Invierno destruyó 150 casas en Cartagena

Un total de 150 casas re-sultaron destruidas, algunas en su totalidad, otras a medias, por deslizamientos de tierra que se presentaron en diferentes sectores de la ciudad a raíz del incremento de las lluvias que han caído sobre Cartagena. Estas familias, todas, sin excepción, serán reubicadas en viviendas nuevas, según la alcaldesa, Judith Pinedo Flórez, quien ha recalcado que se acelera el trámite con la Oficina de Prevención y Atención de Desastres, y el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial para que aprueben los subsidios. “Nosotros esperamos que ese trámite demore unos dos meses, pero mientras les entregaremos subsidios de arrendamiento para que tengan donde vivir”, recalcó. La alcaldesa indicó que ya se entregaron subsidios de vivienda a 12 familias en Pablo VI 1, cuyas casas pueden desaparecer por el derrumbe de una loma de tierra. “En el día de ayer se entregaron subsidios de vivienda por $150.000 a 14 familias que habitan en Lomas del Marión; a 11 de Nariño, donde se salvarán 7 viviendas con los trabajos que se realizarán para miti-gar la erosión del cerro y 18 a familias de la subida a la Popa”, dijo. “Como lo he venido advirtiendo este subsidio de arriendo les permitirá vivir bajo un techo temporal-mente, mientras se surten tramites para entregarles la vivienda nueva. El invierno ha afectado a muchas familias en los alrededores de la loma del Marión y las faldas de la Popa, a causa de los deslizamientos de tierra. Hay muchas que serán reubicadas temporalmente, mientras se realizan trabajos para mitigar los efectos de la erosión”, dijo. Recalcó que un equipo interdisciplinario del Distrito integrado por funcionarios de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres, Alcaldía de la Calle, los alcaldes locales, Planeación e Infraestructura ha estado pendiente de cada detalle de las obras que se iniciaron para evitar que la erosión siga afectando a más familias. “Así seguiremos pen-dientes de los cartageneros afectados por la ola inver-nal, ayudando a los que lo perdieron todo”, dijo. Más viviendas Según la Alcaldesa en un futuro próximo se deberán evacuar otras 100 casas localizadas en diversas zonas consideradas en alto riesgo, que, a pesar de la crudeza de ese invierno, no han sufrido daño, pero deben ser reubicadas. “En la zona aledaña al canal Calicanto estimamos que se deben demoler 60 viviendas, cuyas familias deben ser trasladadas a Ciudad Bicentenario”, dijo. “Nos salvamos de milagro” Un milagro salvó a los familiares de Elkin Tejedor, un vendedor de artesanías de 34 años, de morir bajo dos inmensas piedras que se desprendieron la tarde del pasado martes del cerro de la Popa y destruyeron la casa con sus enseres y electrodomésticos. “Yo estaba acostado y me levanté porque un amigo me llamó. A los tres mi-nutos de haber salido de la casa sentí el estropicio y pude ver como esas piedras grandotas en un segundo destruyeron lo que había logrado conseguir en 15 años de trabajo. Por fortuna no había nadie en la casa, porque de lo contrario nadie hubiera echado el cuento”, dijo. Con las manos en la cabeza, Elkin evidencia la tristeza y el dolor por haber perdido su casa y sus ense-res. “No tenemos nada y solo esperamos que el Distrito nos ayude”, dijo. La esposa de Elkin, quien vive desde hace 20 años en la casa demarcada con el número 206-119, ad-vierte que se acostumbraron a convivir con los deslizamientos, pero nunca pensa-ron que algo así les ocurri-ría. Desde el martes estas personas han pernoctado donde vecinos y amigos, pero ayer recibieron el sub-sidio de vivienda que entrega la Alcaldía. Los habitantes de la subida a la Popa advierten que por lo menos 20 casas de la zona están afectadas por los deslizamientos. “A nosotros nos deben reubicar a todos porque si sigue el invierno corremos el riesgo de morir bajo piedras y tierra”, indicó Jesús Julio Licona, cuya casa presenta grietas en todas sus paredes. “Salgo si me dan la llave” Ana Alicia Banguera Luango, una mujer de 60 años que habita en la casa de al lado de la Elkin Tejedor, también destruida por los deslizamientos, advierte que abandonará las ruinas cuando le den la llave de una casa nueva. “De aquí no salgo, sino me dan mi llave. Hemos perdido todo. De milagro estamos vivos quienes vivimos en la subida a la Popa”, dijo. La mujer agregó que la tragedia está anunciada, por lo que instó a las autoridades a hacer algo pronto. ¿Usted de imagina el daño que hubieran causado esas piedras si hubieran bajado la loma?