Deslizamientos destruyen parcialmente 44 viviendas

Cuarenta y cuatro familias, que habitan en las estribaciones del cerro de la Popa y la loma del Marión, comenzaron a abandonar sus viviendas entre la tarde del sábado anterior y ayer para evitar morir bajo sus escombros, por los deslizamientos de tierra. Aunque no todos han salido, primero por dificultades para conseguir una casa en arriendo y segundo por la escasez de recursos, muchos se han mudado momentáneamente donde vecinos o familiares. En todos los casos, los deslizamientos de tierra, que amenazan con sepultar las casas, los obligan a salir. El Distrito, representado en los funcionarios de la oficina de Prevención y Aten-ción de Desastres, Bomberos y la Alcaldía de la Calle, ha brindado acompañamiento y les ofrece a los propietarios de las viviendas en riesgo un subsidio de arrendamiento de $150.000 mensuales, mientras los incluyen en programas de vivienda de interés social. El alcalde de la Calle, Carlos Crismatt, precisó que un equipo interdiscipli-nario del Distrito, coordinado por la alcaldesa, Judith Pinedo, ha estado atento haciendo visitas a las zonas de alto riesgo. “La intensidad de las lluvias que han caído sobre la ciudad ha debilitado las laderas del cerro de la Popa y la loma del Marión, provocando deslizamientos de tierra que han afectado las estructuras de más de 40 casas construidas en esas zonas”, dijo. Recalcó que unas 10 familias de la parte alta de San Francisco comenzaron a abandonar sus viviendas . Así mismo, los deslizamientos desplomaron parte de siete viviendas en Nariño, que fueron evacuadas por sus dueños. Muchos en-seres se dañaron porque el deslizamiento más grande se presentó en la madrugada de ayer. Además en Pablo VI 1 hay 12 viviendas en alto riesgo por los deslizamientos. Estas personas comenzaron a evacuar sus viviendas desde el pasado sábado. En el barrio Manzanares, localizado en la Loma del Marión, 8 casas que están en riesgo. Dos evacuaron y el resto se ha refugiado donde vecinos. En Altos del Nuevo Bosque, hay tres casas semidestruidas por un alud de barro. Han salido dos familias, pero hay un señor que se niega a abandonar su vivienda. Aunque la Alcaldía no las tiene en su censo, en el barrio La María hay cuatro viviendas en alto riesgo. “Que llegue la ayuda” Algunos habitantes de Nariño han advertido que son más de 10 las familias afectadas por los desliza-mientos. Victor Torres, un vende-dor ambulante, cuya vi-vienda está localizada en la calle La Paz del barrio Na-riño, dice que su familia se salvó de morir sepultada por la tierra. “Por cosas de Dios en la madrugada de ayer el hijo de mi hermana se despertó porque tenía hambre y ella se levantó con su marido a prepararle el tetero el niño, y segundos después un alud de tierra destruyó el cuarto donde ella vive y casi la totalidad de la casa”, dijo. Otros vecinos, los Ortega Florez advierten que esperan que la Alcaldía les lleve ayudas inmediatas. “Es que no tenemos donde vivir y en realidad lo perdimos casi todo por causa de los deslizamientos de tierra”, indicó una de las mujeres de la familia. Otros damnificados señalan que los deslizamientos se han incrementado por la construcción de un tanque de almacenamiento de agua en la parte más alta del barrio. “No los dejaremos solos” La alcaldesa de Cartage-na, Judith Pinedo Flórez, indicó que por fortuna y gracias a la labor de prevención que se ha adelantado en los últimos días, no se ha habido pérdidas humanas. “Tengo que decirle a los damnificados por los desli-zamientos que no los dejaremos solos. Lo más rápido es resolver el tema de vivienda propia, como lo hemos hecho con 1.900 familias cartageneras en los últimos dos años. Tenemos claro que el invierno ha afectado unas 70 viviendas, cuyas familias deben ser reubicadas. Pero para lo-grarlo, se debe surtir un trámite y por eso me comprometo a acelerarlo”, dijo. Instó a muchas personas que han intentado invadir el cerro de Albornoz y la Loma del Marión que abandonen esos deseos porque de esa forma no conseguirán vivienda propia.