Las zonas de volcanes de lodo, en donde se han levantado urbanizaciones, como son los casos de Ternera y Bayunca, en Cartagena; y otras de Turbaco, en el norte de Bolívar, aparecen en un informe del Servicio Geológico como áreas de observación, que deben ser evaluadas, porque hacen erupción cada 15 años y causan rompimientos de materiales y movimientos de tierra.
El Observatorio del Caribe Colombiano, que dirige Beatriz Bechara, lidera un proyecto piloto en el país, que creará un mapa geológico actualizado.
Desde el jueves y hasta mañana sábado se realiza el segundo taller ‘Formulación y Gestión de Proyectos para Acceder a Recursos de Regalías en Ciencia, Tecnología e Innovación’, al que asisten 70 funcionarios de Gobernaciones y Alcaldía de la Costa, incluyendo San Andrés islas; y representantes de Corporaciones ambientales; de organismos como la Dimar; Invemar; Ideam e Incoder; así como de todas las Universidades de la región.
El Observatorio del Caribe con el Servicio Geológico contribuirán a construir en detalle los fenómenos que afectan a la región y que son prioridad atenderlos con soluciones a largo y corto plazo.
La idea es diseñar proyectos municipales y regionales para acceder a recursos provenientes del sistema de regalías, y así acometer las obras y realizar las acciones que eviten, como ocurrió en el kilómetro 19 de la vía Barranquilla-Ciénaga (Magdalena), donde en dos años, el mar se tragó obras por 22 mil millones de pesos, debido a una equivocada implementación de los trabajados y los materiales que debieron utilizarse.
Los profesionales del Servicio Geológico dijeron que la erosión costera está causando graves daños en el Caribe y que hay estudios sobre el impacto en áreas como la isla de Barú, en Cartagena; y en el balneario de Puerto Colombia, en el Atlántico.
La directora del Observatorio, Beatriz Bechara, dijo que se trabaja en alianza con expertos y funcionarios del orden regional; directores de entidades ambientales y marítimas; e investigadores de universidades, para consolidar proyectos que permitan establecer las estrategias de recuperación y conservación de áreas pobladas y urbanizadas, cercanas al mar.
También será fundamental para establecer la seguridad geológica de las zonas por donde se expanden urbanísticamente las ciudades de la región, como son los casos de Barranquilla y Cartagena. Y resolver temas tan fundamentales como el de la consecución de aguas subterráneas en zonas desérticas o que adolecen de fuentes.
Este viernes los participantes se organizaron en cinco grupos para analizar las temáticas de aguas subterráneas, erosión costera, sismicidad, movimiento en masa y diapirismo.
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