A muchos aún les suena utópico que la circulación de carros eléctricos en Medellín sea significativa y, aunque no lo es, hoy, una cifra cercana a los 100 ruedan por las calles de la ciudad.
La tendencia viene creciendo. El año pasado la empresa Renault - Sofasa llevó al mercado nacional su vehículo eléctrico Twizy, de los cuales ya se estima han vendido 25, y EPM abrió dos ecoestaciones, en Medellín y Rionegro, para las cargas con energía para carros y motos.
El montaje de esa infraestructura motivó a Localiza, filial del Grupo Bancolombia, a importar 50 automotores eléctricos para ponerlos al servicio de sus usuarios y algunos particulares a probar el sistema, por ejemplo con carros BMW, que se reporta, hay 13 en Colombia.
Eso unido a la puesta en marcha del tranvía de Ayacucho, que junto al metro funcionan con energía, han abierto una estela de confianza en el uso de las llamadas tecnologías limpias para la movilidad.
EPM jalona la iniciativa
Según, Santiago Acosta, gerente de Desarrollo e Innovación de EPM, esa compañía viene desarrollando trabajos de prueba y análisis del sistema con fabricantes y usuarios. Confió en que este año puedan lograr avanzar en el crecimiento del parque de vehículos eléctricos.
“Lo primero que estamos haciendo es activar el ecosistema de actores, ponernos de acuerdo en agendar reuniones periódicas con empresas, autoridades, Metro, taxistas y firmas de renting para saber qué está pasando”, explicó.
En ese propósito, EPM tomó la determinación de comprar nueve carros que se mueven con energía para saber sobre su funcionalidad, cómo se carga y detalles del mantenimiento.
“Hay inquietudes que debíamos resolver, como por ejemplo, si un carro de estos sube con una carga de energía al aeropuerto José María Córdova de Rionegro y conocer si era posible abastecerlos en parqueaderos”, dijo Acosta.
Los mitos que se rompieron
Varios son los mitos que, según Acosta, se han venido despejando sobre los vehículos de energía.
“Descubrimos que es más barato —aproximadamente un 80 % —hacerle mantenimiento a un carro eléctrico, es decir, sale más económico sostenerlo”, añadió Acosta.
En los últimos 5 años las principales compañías automotrices en el mundo iniciaron la primera producción de vehículos 100% eléctricos.
En Colombia, del 2012 a hoy las empresas del sector eléctrico han venido trabajando con concesionarios y fabricantes para introducir las primeras 25 unidades del Mitsubishi E- miev. Para 2014 se logró incorporar la primera flotilla de 43 taxis BYD (Bogotá).
Al cierre del 2015, se reportaron 1000.000 carros eléctricos rodando en el mundo, principalmente en países que han generado mayores incentivos y mejores condiciones de infraestructura de carga para garantizar la movilidad sin restricciones.
Expertos en movilidad como el exconcejal Luis Carlos Díaz, han resaltado la importancia de los vehículos y del transporte público movido por energía.
“Es trascendental y representan el futuro de una movilidad limpia pero, por ejemplo, el tranvía como medio de transporte es costoso de mantener”, aseveró.
La firma de renta de carros que trajo los eléctricos a Medellín fue Localiza, y su gerente, Carlos Augusto Garcés, explicó que lo hicieron motivados por la infraestructura y la consciencia que hay sobre el uso de estos vehículos.
“Sabemos que se necesitan más estaciones de carga, pero pensamos instalar algunas para abastecer los vehículos. Confiamos en el proyecto porque puede ser novedoso para el turismo”, indicó el directivo.
Bogotá- Medellín en eléctrico
Las bondades de la movilidad eléctrica, son aprobadas por Jorge Agudelo, un empresario que decidió importar un carro eléctrico para su uso personal, con el objetivo de aportar a la calidad del medio ambiente en Medellín y mejorar su calidad de vida.
“Además de aportar al medio ambiente y no hacer ruido no se deteriora y el mantenimiento es más barato. Recupera energía frenando y bajando”, estableció.
Agudelo, aseguró, fue la primera persona en el país en recorrer en un carro completamente eléctrico el trayecto Bogotá - Medellín y sin ninguna complicación.
“Lo tuve que cargar tres veces en todo el viaje. Me demoré un día y medio y fueron 400 kilómetros en un día y medio”, reveló.
Para este usuario, las dificultades que representa tener un vehículo eléctrico van en el orden de los trámites y lo onerosa que se hace su importación.
Un carro de gama media, con movilidad ejercida por energía eléctrica, está estimado en un costo de 25.000 dólares y uno de alta, en 35.000.
De acuerdo con Agudelo, los impuestos de importación exceden los 40 millones de pesos lo que hace el vehículo excesivamente costoso.
“Siendo una movilidad limpia debería haber más ayuda del gobierno, como en Estados Unidos que le dan a los usuarios hasta el 10 % de reducción de impuestos”, concluyó.
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