La reunión ministerial informal sobre el clima celebrada en París logró un "avance" en las discusiones, a cuatro meses de la conferencia de diciembre sobre un acuerdo mundial contra el cambio climático, anunció este lunes la negociadora francesa Laurence Tubiana.
"Hubo un avance", dijo Tubiana, al destacar que los representantes de los 46 países presentes habían progresado en varios temas clave. "Son sólo 46 países, ahora es necesario asociar a los demás" en las negociaciones formales bajo la égida de la ONU. Pero "se trata de todas formas de muchos países (...) estamos ante un giro en la negociación", agregó.
Los participantes coincidieron en particular sobre el principio de un acuerdo perenne y en un mecanismo de revisión regular cada cinco años que excluya dar marcha atrás.
"Tal vez sea la cosa más importante", dijo Tubiana. "Ya estaba un poco en el aire, pero había resistencias de algunos países. Ahora todos hablaron de un mecanismo de revisión regular".
El tiempo estaba contado porque apenas quedan diez días en total de negociaciones formales antes de la conferencia de París, que reunirá a fines de noviembre a 195 Estados bajo la égida de la ONU.
Brasil y Bolivia facilitadores
En la última ronda de negociaciones oficiales de junio pasado en Bonn, los delegados habían logrado lograron escasos avances sobre el texto en negociación, un documento largo y confuso que hasta ahora incluye todas las opciones posibles.
Una versión abreviada y racionalizada será presentada el 24 de julio por los dos copresidentes de los debates, como base para las discusiones de la próxima sesión, prevista del 31 de agosto al 4 de septiembre, también en Bonn.
Para lograr los avances en París, los ministros de cuatro países (Alemania, Bolivia, Brasil y Singapur) fungieron lunes y martes como "facilitadores" en distintos grupos de trabajo.
De América Latina estaban además representados Colombia, Cuba, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela.
El nuevo acuerdo de la ONU debe sustituir, con objetivos más ambiciosos, al Protocolo de Kioto de 2001. El objetivo prioritario es mantener en 2ºC como máximo el aumento de la temperatura media del planeta.
Según los científicos, ése el umbral tolerable antes de que el mundo sufra cambios irreversibles en su clima, lo que a su vez tendría un gran impacto en las regiones más vulnerables.
La temperatura del planeta ya aumentó en 0,8ºC respecto a 1880, según los científicos, que defienden la necesidad de tomar medidas urgentes.
El calentamiento del planeta se debe en un 70% a la combustión de energías de origen fósil. La nueva convención incluirá tanto medidas de lucha como de adaptación, puesto que los expertos consideran que es demasiado tarde para invertir totalmente el modelo de cambio climático que se aceleró en la segunda mitad del siglo XX.
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