La Secretaría de Ambiente, le había impuesto una medida preventiva en flagrancia, para que se suspendieran las actividades de emisión de la trituradora y la calcinadora, además le fueron sellados los controles de manejo del establecimiento.
El proceso productivo de esta planta tiene emisiones fugitivas ya que empleaba aceite usado, no tratado, como combustible, lo que es prohibido en Bogotá porque representa un alto grado de contaminación. Caolines no cuenta con un sistema de control para las emisiones.
Adicional a eso, no tiene el permiso de emisiones atmosféricas otorgado por la SDA y no cuenta con ductos o dispositivos que aseguren la dispersión de las emisiones.
Caolines Unidos está ubicada en el barrio Altos del Pino, ocupa 800 m2 y cuenta con una capacidad superior a las 5 toneladas de producción por día. Su producción por mes es de 250 toneladas, utilizan materias primas como piedras de caolín, ACPM y sacos de papel. Además para la calcinadora consumen 200 galones de combustible.
Además de los sellos, al dueño de la empresa, Israel Orduz Pineda, se le abrirá un proceso sancionatorio que podría terminar en multas diarias de hasta 5 mil salarios mínimos mensuales legales vigentes.
Néstor Serrano, Secretario Distrital de Ambiente, señaló que “la medida preventiva se mantendrá hasta que tramiten el permiso ambiental y garanticen que las emisiones fugitivas de sustancias contaminantes no trasciendan los límites del predio del establecimiento. Además, se deben implementar ductos o dispositivos que aseguren la dispersión de las emisiones molestas y suspender el uso de aceite usado como combustible”.
La SDA verificará la procedencia del combustible, el cual debe provenir de una empresa que cuente con una licencia ambiental, tal como lo establece la Resolución 6982 de 2011.
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