Ariel Ramos es un artista en comunidad. Su discreción ha sido ejemplar y ha sembrado una generación de artistas en su barrio, al crear hace treinta años el Comité Cultural del Socorro.
Los 212 niños del Hogar Infantil El Portalito, que él dirige, tienen la posibilidad de formarse en artes, música y literatura, gracias a su empeño por propiciar la creación artística en su comunidad. Muchos de esos niños que ahora son adultos tuvieron algún contacto con las artes, gracias a Ariel Ramos. Hay que ser paciente y polifacético como Ariel para propiciar semejante aventura, sin antecedente en la vida cultural de Cartagena. Sobre sus hombros está el Comité Cultural del Socorro, sin duda, el más antiguo grupo de trabajo comunitario, surgido en 1981. Gracias a su constancia que irradió una convicción aleccionante en la ciudad, muchas organizaciones emularon su tarea o asimilaron algunos de sus logros o intercambiaron experiencias comunes. En aquellos días de los ochenta se consolidaron Comités Culturales en la Zona Suroriental, Zaragocilla, Blas de Lezo, Torices, Las Gaviotas, Los Alpes, Getsemaní, entre otros, y se propuso la creación de una red de organizaciones similares. Años después surgieron nuevas iniciativas en San Francisco, San Vicente de Paul, Pablo VI, Loma Fresca, entre otros.
Los Comités Culturales fomentaron en Cartagena la creación de bibliotecas comunitarias como la de Estefanía Caicedo en La Puntilla, la apertura de talleres de pintura, danzas folclóricas, teatro, realización de murales, talleres de gaitas, entre otros. Luego de tres décadas, la aventura romántica aislada y de extramuros, que proponía rescatar y descubrir talentos en el barrio, se cohesionó en una decisión empresarial a principios de siglo XXI y encontró un mejor destino en talleres de emprendimiento. La iniciativa de un mercado cultural del Caribe surgió del criterio visionario de uno de los directores de un Comité Cultural: Rafael Ramos, quien en los ochenta impulsaba el Comité Cultural de Blas de Lezo. No es gratuito que la cultura cartagenera haya librado múltiples batallas hasta fortalecer una propuesta de mayor trascendencia, encarando la pobreza, las limitaciones materiales y los conflictos sociales.
Ariel Ramos es una prueba de esa fe inquebrantable en la cultura desde los barrios. En esta semana celebró los treinta años del Comité Cultural que a lo largo de este tiempo se ha convertido en un bastión cultural en la comunidad.
“Ha velado por la promoción, recuperación, difusión, rescate y proyección de las expresiones artísticas, tradicionales, populares, del Caribe y las artes sanas para la convivencia, la construcción de tejido social afectivo, el respeto y los derechos, por la diversidad, por el otro, por la persona y por el ambiente”, explica Ariel, quien desde su tarea de gestor cultural ha sido profesor de pintura, fotografía y gaitas. Allí ha aprendido diversos oficios y disciplinas: pintar, fotografiar, tocar gaitas, diligenciar recursos para el quehacer cultural y para sostener eventos que ya tienen un espacio en Cartagena.
El Comité Cultural del Socorro ha trabajado también por “el mejoramiento de las condiciones y la calidad de vida digna de los valores artísticos, culturales, tradicionales y populares, actores, maestros y juglares de la música tradicional y las expresiones artísticas del Caribe”. Entre los programas, proyectos, actividades y eventos organizados por el Comité Cultural del Socorro, se destacan:
Escuela de Formación Integral Esforinca, Santísimo Encuentro, Festival Regional de Gaitas del Socorro, Carnaval del Buen Trato, recuperación de Ángeles Somos, la Cruzada de prevención de la drogadicción, Cantares de Navidad, Grupo de gaitas Los de la Vereda.
El Festival Regional de Gaitas Cartagena de Indias es un evento que se realiza anualmente en la comunidad. Hasta la fecha se han realizado 20 versiones del festival de gaitas, que se ha constituido con, el transcurrir de los años, en un escenario en donde se comparte amistad con gente de una misma familia y que tiene en común el sentir melodioso de la Música Tradicional de Gaitas y Tambores.
Pero además de todo lo anterior, uno de los altos logros del Comité Cultural del Socorro es haber fomentado la convivencia ciudadana: que en una iglesia católica oficien un ceremonial religioso católicos y evangélicos por una causa común. Ariel con su humildad congénita, no se siente protagonista. Pero a él le debemos muchos de estos milagros comunitarios.
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