Rafael Bloom personifica en las Fiestas a un hombre y a una mujer en su disfraz

 

Mientras mostraba algunas fotos y recortes viejos de periódicos donde ha salido como actor festivo con el disfraz Todo a medias, dejaba ver la pasión, amor y entrega que le inyecta a su trabajo. 

 

Les hablo de Rafael Bloom, un hombre de 55 años de edad, que a pesar del quebranto de su salud, espera cada año para vestir durante las Fiestas de la Independencia de Cartagena el disfraz Todo a medias, conformado por un perfil de hombre y otro de mujer.

 

Todo comenzó en 1969 cuando participó como estudiante de La Escuelita, una cómica presentación en las festividades del Carmen de Bolívar, liderada por su abuelo Luis Berrocal y sus veinte nietos,  donde cada niño tenía que mencionar un útil escolar que les faltara. 

 

Su abuelo lo vistió de niña con una falda colegiala cuando le correspondía hacer su presentación, pero recordó que no tenía ropa interior y sin decir una palabra se levantó la falda, lo cual fue burlesco para los espectadores y vergonzoso para su abuelo, quien malhumorado le dijo que todo lo hacía a medias.

 

“Me quedó sonando ‘Todo a medias’ y luego de la muerte de mi abuelo, en homenaje, disfracé mitad de mi cuerpo como anciano y mitad como adulto”, afirma Rafael.

 

Gracias a su ingenio logró representar los dos perfiles perfectamente. 

 

En sus inicios, el disfraz Todo a medias estaba constituido por un perfil de anciano y otro de hombre. Para el anciano se rapó media cabeza, se quitó una ceja, utilizó lentes y un parche negro en el diente haciendo alusión a la falta de este, un bigote postizo y una camisa. 

 

Para el perfil de hombre se pintó el cabello restante de amarillo, una ceja con maquillaje, utilizó media camisa colorida, cadenas y una botella de ron, que  completaron el disfraz que ha robado miradas, ha sacado sonrisas y ha ganado aplausos en las Fiestas de la Independencia. 

 

El perfil de hombre hace alusión a un amante de las parradas y de las fiestas, seguido siempre de una botella de alcohol. 

 

“En realidad la botella está llena de agua, o agua bendita como le llamo yo, porque no tomo”, comenta Rafael, mientras señala la botella en las fotografías de un diario del 2008 que aún guarda con aprecio. 

Su pasión por ser actor festivo le ha generado enfrentamientos con su familia y una ruptura amorosa. 

 

Del fracaso de su primera relación sentimental nació la idea de crear una acompañante para el perfil de hombre, y con este la nueva versión de Todo a medias conocido como medio hombre, medio mujer. 

 

Esta versión se caracteriza principalmente por el uso de maquillaje saturado, accesorios como aretes, flores, uñas postizas, pelucas y vestidos para el perfil de mujer seductora y moderna. 

 

Por su parte, el perfil de hombre está cargado de sombreros, chaquetas, zapatos coloridos y la inseparable botella de alcohol. 

 

Aunque la falta de dinero le ha impedido tener un closet lleno de disfraces como en realidad ansía, su chispa y creatividad le han permitido diseñar cuatro vestuarios con los que cuenta primero en lápiz y hoja y luego con ropa vieja que tiene y no usa.

 

Con la nueva versión de Todo a medias, este comerciante de lencería con bajos recursos económicos, afirma que no tuvo impedimento alguno para cumplir con la programación de las Fiestas de la Independencia 2014.

 

Ni siquiera el tener marcapasos cardiacos fue un obstáculo para caminar las principales avenidas cartageneras del 13 al 17 de noviembre en las Fiestas.

 

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* Iniciativa de la Universidad de Cartagena: Programa de Comunicación Social y División de Comunicaciones y RR. PP.; la Universidad Tecnológica de Bolívar: Programa de Comunicación Social y Laboratorio de Investigación e Innovación en Cultura y Desarrollo; el Comité por la Revitalización de las Fiestas de Independencia, Programa AfroColombia de Señal Radio Colombia y la Fundación Color de Colombia.