Dalay: "Creo en tu mirada, la mirada de Dios"


Era de esperarse; década tras década, la expresión cultural americana (de nuestro continente) se toma escenarios intercontinentales y eclipsa su público. Todo este intercambio cultural se ha convertido en la manera idónea de fortalecer nuestras raíces y sonoridades, sin perjuicio del aprendizaje que se logra observando otras expresiones. En el caso particular del Caribe, que es el que me atañe más allá de tener sangre andina, el fulgor del tambor en su expresión más genérica y genuina, la gaita y su viento anfitrión del baile y el trance, la gracia del rasgueo de la guacharaca y el sonido de la maraca, entre muchos otros instrumentos, van convirtiéndose lentamente en punto de partida para el goce, la sana reivindicación de esta porción de tierra, y la manera idónea como nuestra cultura se establece y coloca en el mapa. Sí, viene sucediendo hace décadas, lo que rescato -y de lo que me enorgullezco- es saber a los allegados y amigos trascendiendo fronteras, siendo valorados por su verdadero talento. Son buenos tiempos aún con sus malestares, cada quién se sienta dónde quiere y, desde allí, elige su realidad; visiona su mañana, disfruta -o no- de su presente.
Comenzaré por presentar a DALAY BAND, banda radicada en Cartagena, conformada por tres jóvenes inquietos; Maria del Mar Porras Villamil, viento y gestión; Edwin Zúñiga, Percusión y Omar Rodríguez Salgado, compositor, arreglista, voz líder, guitarrista y creador del concepto.
Como consecuencia de un viaje hacia los paisajes andinos del continente americano, en el 2013, Omar Orlando descubrió en el trayecto la necesidad imperiosa de volcar todo lo vivido en ese recorrido de inmersión hacia una cultura que, de alguna manera, sentía latir en sus venas. Esa intención, que comienza a gestarse en el tránsito de un viaje, comienza a tomar forma como álbum que, hace un par de meses, se cristalizó e hizo realidad gracias a un increíble trabajo colaborativo local e internacional. Cabe resaltar que, para hacer esto posible, todas sus amistades y adeptos colocaron sus conocimientos: El león pardo facilitó locación, Samuel Vélez asistió en grabación y un puñado de amigos músicos complementaron la visión del compositor; Aldana Gómez, Andrés Mordecai; Jorge, el león pardo, con su trompeta, Maria Renata Gómez y Santiago Pinaud. El resultado de este espaldarazo es hoy un cd compacto con cinco canciones, incluyendo video que merece ser escuchado.
He decidido entrevistarlos hace un par de semanas, como aporte a ese trabajo mancomunado que, tácitamente, se ha pactado dentro de la escena artística cartagenera. Los recibo en la sala de cualquier lugar. Entran tres jovenzuelos, ninguno de ellos se acerca a los treinta años. La escena es bastante dulce; se acomodan en el lugar, vienen muy bien presentados, hacía unas horas que audicionaban en algunos lugares para tocar sus temas. Todavía no sé qué preguntarles, les veo interactuar con tanta naturalidad que ya advierto un sonido realmente auténtico.
AZ- ¿Cuál es la intención de éste álbum?
OR- Para mí la intención es más necesidad. Necesidad de compartir lo creado. Dalay significa, en voz mongol “profundo, inmenso, océano”. Aún cuando el origen de la palabra es de origen mongol, a mí lo que me atrapó fue la connotación de la misma –de la palabra- .
La canciones suenan mientras conversamos. Los otros integrantes no musitan palabra, pero su actitud asiente lo dicho por su voz líder.
OR- Las canciones nacieron muy distanciadas una de otra, son producto de muchas reflexiones propias del viaje y de la condición humana. Son totalmente mi autoría; los arreglos, la letra. No nació como la necesidad de formalizar un proyecto –una banda, como es ahora-. De alguna manera, es mi tesis de aprendizaje y también, por supuesto, una prueba.
AZ- ¿Cuánto tiempo duró la producción de éste álbum?
OR- aproximadamente nueve meses.
“El mismo tiempo de un parto” acoto mientras se sonríen. Edwin, percusionista de la banda, aprovecha para gastarse una broma -¿y a vos te dolió? Hay risas de complicidad en el recinto, de alguna manera lo sienten así. Su álbum es, naturalmente, un fruto con vida y destino propio.
AZ- ¿Puedes detectar el momento donde tomas la decisión de iniciar este proceso de producción, esta gestación, Omar?
OR- Sí, recuerdo estar compartiendo escena con Edson Velandia. Es un personaje que inspira, es totalmente auto gestionado y la temática de su música y letra versa sobre imaginarios locales que, de alguna manera, logra volver universales. Este álbum estaba cocinándose hace mucho tiempo en mí, no fue de un día para otro, sin embargo, sé que ese momento impulsó la ejecución. Edson es un referente artístico.
Los dejo conversar entre ellos mientras tomo nota. Las canciones siguen sonando en la trastienda de esta entrevista. Su música es una cálida melodía que incita a la concordia. El resto de los integrantes están ahí. Escuchan y miran con interés la conversación. Quiero saber, en ese momento, qué significa para ellos el instrumento que tocan en la banda, cómo reciben este álbum que ahora se convierte en suyo, también. Les incito a conversar sobre el tema
MP- Mi nombre es Maria del Mar Porras, toco la melódica porque, para mí, los vientos dentro de la música son los más elevados. Este es mi aporte. Dalay –Álbum- es, para mí, todo un viaje musical; habla mucho de lo que somos, de la voz del pueblo y de los tiempos.
Maria Del Mar es, además, la persona que me contacta. Su semblante es de una jovencita intrépida y emprendedora.
EZ- Mi nombre es Edwin Zúñiga. Toco las percusiones y entré a suplir esa necesidad en la banda. Lo hago, además, porque mi primer acercamiento de niño fue con el timbal. La percusión sustenta las armonías y melodías. Para mí, esta banda es como una familia. Compartíamos tantos tiempos juntos alrededor de la música; ese es el eje emocional de esto a lo que llamo familia, ahora. A mí este álbum me enseñó que todo tiene su tiempo, ese es mi gran aprendizaje.
OR- Sobre el álbum, sólo puedo decir que es lo más sincero que pude decir en mucho tiempo.

Sigo tomando nota mientras ellos conversan, ríen y planean sus futuros conciertos. Son de esos personajes itinerantes en el centro amurallado cuya música puede ser disfrutada sin límite de tiempo. Leo en sus rostros amor por lo que hacen; un valor agregado en tiempos de conflicto con las pasiones y la vocación.
El álbum es, verdaderamente, una incitación al auto conocimiento, su melodía es tranquila, reparadora; un sonido auténtico que se retro alimenta de las raíces caribeñas, lúdicas por naturaleza, y se convierte en amena reflexión.

Les invito a conocer su esencia, en los siguientes links:
https://www.youtube.com/watch?v=jrI-zNBSlV0
https://www.youtube.com/watch?v=Ztf3LiinmJo
https://www.facebook.com/dalayband/photos/rpp.765596730258315/870712696413384/?type=3&theater
Si desea conocer más sobre el autor de las canciones:
http://www.eluniversal.com.co/blogs/de-las-olas-murallas-musica-y-dolor/omar-rodriguez-salgado-musica-para-el-alma

Tania del Pilar Sanabria Forero


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