Del Puente Jiménez para acá: el histórico Pie de La Popa aquí está (2.).
Segunda parte: Las guerras imperialistas en nuestro territorio y los playones que conducen del centro histórico hasta El Bosque en el siglo XVIII.
Para comprender la evolución histórica del Pie de La Popa, de manera necesaria, hay que ubicarla en el contexto de la historia general de Cartagena, aunque la labor no es fácil de realizar debido a la escasa documentación que existe en torno al tema.
Sin embargo, en el proceso de hilvanar la narración, debe considerarse, que hasta donde llegan los alcances de la presente investigación, la zona cartagenera que hoy historiamos empieza a figurar, como habitada desde 1598, cuando algunos cronistas dan noticias del culto que al dios Buziraco le rendían indios, mestizos y mulatos en la cima del cerro.
Todo ello sin olvidar que casi 100 años antes, la altura había sido avistada por los asaltantes conquistadores venidos de España quienes le dieron el nombre de Cerro de la Popa o Cerro de la Popa de la galera.
Con posterioridad, de acuerdo con las afirmaciones del insigne historiador Donaldo Bossa, los antiguos playones, tales como el Playón del Cocal, Playón de Escobar o Tejar de Escobar, y Playón de Villeta,(que en suma son los nombres históricos del antiguo Playón Grande del Pie de La Popa), aparecen en los mapas de los años 1600 y 1700, de lo que es hoy nuestro barrio.
Las figuraciones y menciones posteriores se dan a nivel de las guerras imperialistas, entre las potencias de la época, en el proceso de rapiña de Francia e Inglaterra de apoderarse de las colonias que España había establecido en nuestra América, después de llevar casi al exterminio total a la población indígena.
Por ello, debe tenerse presente, que sólo 10 años después que las huestes de Heredia y otros conquistadores se apoderaron del territorio de la aldea Karmairí-Hoy centro histórico-, la piratería y el corso empiezan a invadir a la ciudad, en búsqueda de riquezas acumuladas, unas reales, y otras fabuladas debido a la presencia del oro de los Zenúes, cuyos territorios y comunidades saquearon los peninsulares.
De esta manera, entre los años 1544 y 1741, Cartagena sufrirá los ataques de piratas , corsarios, de las armadas reales y de formas combinadas, vale escribir : de piratas y armadas navales; de estas categorías de asaltantes se destacan , entre otras, las del pirata francés Robert Baal (1544), de Martín Coté de Francia en 1559, del pirata inglés John Hawkins en 1568, del corsario inglés Francis Drake en 1586, de la armada francesa en 1697 dirigida por el almirante Jean Bernard Desjeans, barón de Pointís, combinada con piratas y de la real armada de Inglaterra comandada por sir Eduard Vernon en 1741 .
Las investigaciones realizadas hasta la presente por el autor de permiten afirmar que los ataques de Pointís y Vernon, de manera especial, tuvieron como uno de sus escenarios la Serranía de La Popa y sus inmediaciones, es decir: el Pié de La Popa.
El asalto de Pointís A Cartagena se inició el 13 de abril de 1697, dándose el bombardeo del Castillo San Luis en Bocachica, cuyo castellano era Don Sancho Jimeno, felizmente célebre por su aguerrida y valiente defensa de la fortaleza, pero también tristemente célebre por sus cruentos ataques “a sangre y fuego” contra los palenques formados en las cercanías de la ciudad.
Después de una cuestionada defensa de las tropas españolas, el castillo fue tomado por los hombres del francés y cuatro días después, el castellano (Jimeno) recibía un pasaporte para reunirse con su familia, de acuerdo con los testimonios de Eduardo Lemaitre en su Historia General de Cartagena. (Tomo II. Pag. 211).
A la Toma del Castillo San Luis siguió la del Castillo San Felipe y las demás fortalezas de la ciudad Lemaitre explica que:
El barón de Pointís se movió con celeridad increible.El día 18 de abril la armada penetró en la bahía y fondeó frente al Castillo Santa Cruz de Castillo Grande, que había sido desamparado por su castellano, el capitán Francisco de Santarén; los filibusteros (piratas)fueron enseguida enviados a apoderarse de La Popa, misión en la que Pointís tenía particular interés; pues juzgaba esa posición indispensable para impedir que los cartageneros huyeran hacia el interior del país con sus tesoros; la hallaron también desamparada.
El dos de mayo de1697, las autoridades se rinden y el saqueo culmina el siete de junio de la misma anualidad, dejando tras de sí una ciudad cuyos habitantes fueron saqueados dos veces: primero por las tropas de Pointís, y luego, de vuelta por los filibusteros que comandaba Ducasse; así mismo varios baluartes y fortalezas fueron averiados y destruidos en sus estructuras, al igual que dos templos católicos, los únicos permitidos en la época.
Sin embargo, las más importantes pérdidas fueron las humanas, en especial, la de decenas de mulatos cartageneros, y de españoles; a la ciudad le costaría muchos años recuperarse de las masacres, el saqueo, la destrucción física y la pérdida de la institucionalidad.
44 años después, en 1741, la ciudad sufriría otro brutal ataque, ahora de los ingleses, en el cual La Popa, al igual que en el anterior suceso, jugaría un papel fundamental por su condición de observatorio en las alturas para identificar los movimientos de los enemigos, y para atacar, con las baterías instaladas en su cima, el Castillo San Felipe y otras zonas de la plaza fuerte, de manera especial Getsemaní.
Las contradicciones económicas y políticas del siglo XVIII, entre los gobiernos de España e Inglaterra, determinaron la confrontación violenta entre las dos potencias imperialistas; el 23 de octubre de 1739 el parlamento inglés declaró la guerra a su archienemigo España.
Los servicios de espionaje de la época informaron en ese entonces que Inglaterra preparó la más grande expedición de su historia imperialista para apoderarse de las colonias españolas en el Caribe y el continente suramericano
Para ello designó al Almirante Sir Edward Vernon quien desde Jamaica preparó el plan que garantizaba los objetivos de la corona, el cual contemplaba a)arrasar a La Guaira, b) conquistar Portobelo y e) penetrar por el Río Sinú y bloquear a Cartagena hasta apoderarse de ella por hambre.(Lemaitre(1983).pag259).
Para tomar a Cartagena-continúa el historiador el plan proyectado era el siguiente: Primero que todo se cortarían las comunicaciones con el Sinú…Seguidamente se haría por La Boquilla un desembarco de 2.000 hombres de los cuales 600 pasarían por detrás de La Popa, rumbo a Pasacaballos, de cuya posición se apoderarían. Simultáneamente el resto de aquellas tropas se tomaría La Popa y sus estribaciones, desde donde batirían el Castillo San Felipe y el arrabal de Getsemaní mientras que la escuadra bloqueaba a la ciudad por mar y forzaba la caída del Castillo San Luis de Bocachica.
El primer ataque de los ingleses se inició el 13 de marzo de 1741– hace 276 años y 10 días al momento de escribir la presente - y la armada continuó bombardeando la ciudad durante seis días más, de manera seguida.
De manera paulatina, las tropas de mar y tierra (dirigidas estas últimas por el general Thomas Wentworth) de los ingleses se fueron apoderando de las fortalezas de la ciudad, ubicadas en la bahía, (San Luis, Santa Cruz de Castillo Grande, Manga y Manzanillo) forjando a su paso un sendero de muerte y destrucción.
En el siguiente mes de abril, el día 17, la victoria de los ingleses parecía inminente al punto que Juan Manuel Zapatero-ilustre historiador español, sobre las guerras imperialistas en el Caribe- citado por Lemaitre afirma:
“El día 17 de abril una triste congoja oprimió el pecho de los cartageneros: sobre los tejados del blanco convento de Nuestra Señora de La Popa, ondeaba audaz y apuesta la bandera enemiga”. Era una compañía de colonos norteamericanos que al mando de Lawrence Washington (hermano de George, presidente de los Estados Unidos de América), y tocados con gorras multicolores se habían tomado ya la colina (sin mayor esfuerzo porque también había sido abandonada ex -profeso) y se preparaban para batir desde allí el Castillo San Felipe.
Sin embargo, el 20 de abril de 1741, la batalla por el Caribe y Suramérica se definió a favor de España, cuando el asalto al castillo por tres flancos diferentes terminó en un rotundo fracaso, después de generalizarse el combate desde el Cabrero hasta La Popa.
El coraje y valentía de los soldados cartageneros y del Caribe colombiano, al igual que el de los españoles, de las mujeres cartageneras y de la alta oficialidad, determinaron la victoria, lo cual no definió el fin de la batalla pues los bombardeos y la destrucción de las fortalezas continuaron por parte de los ingleses, quienes definitivamente se marcharon derrotados, en mayo del mismo año, después de perder un importante número de combatientes, no sólo por la lucha” a bayoneta calada” sinó también por la enfermedades y de éstas , de manera especial por el vómito negro.
En esta, la batalla por el Caribe y Suramérica la oficialidad liderada por Blas de Lezo, el virrey Sebastián Eslava y el capitán Carlos Desnaux desempeñó también un papel importante en la victoria.
El cerro, sus laderas y el valle de La Popa, hoy nuestro Pie de La Popa, jugó un importante protagonismo en este episodio crucial de la fascinante historia de Cartagena de Indias.
En el año 1763, aparece otra importante mención y figuración, reseñada por el sabio José Celestino Mutis, uno de los hombres más prominentes de la Expedición Botánica, la cual reveló la enorme riqueza de nuestra flora, gran parte dela cual fue pintada en acuarela, como bien lo resalta el gran pintor cartagenero contemporáneo César Bertel en su extraordinaria y reciente exposición de las acuarelas más grandes del Mundo: Pacha Mama.
Bossa en el libro Nomenclátor cartagenero, cita que Mutis, en su Diario de Observaciones escribió:
En esta tarde (día 14 de Marzo de 1763, lunes) salí de Cartagena a una casa de campo distante unos ¾ de legua, llamada el Tejar de Gracia. La serie de sitios por donde fui pasando por el camino regular es la siguiente: Saliendo por el puente de la Media Luna. Me dirigí por el Playón de San Lázaro al camino que está entre el Cerro San Lázaro y el hospital de este nombre que queda a la derecha. Después entré en el Playón de Lozano. En este camino, a la izquierda está el tejar de don Rafael Escobar… A corta distancia de este tejar comienzan los bugíos (bohíos) del Pie de La Popa, llamados así porque siendo muchos, forman una pequeñita población que situada al pie grande cerro tomó su nombre la tal villa. Después de la villa se dirige el camino por el Playón de Gabala, al cual se va a dar por el Playón de La Quinta, el cual está mirando la cara más ancha y casi vertical del Cerro de La Popa. En este playón se va dirigiendo el camino hacia la derecha por las tierras que comúnmente llaman de Alcibia y Preceptor pasando por el lindero del tejar de los padres de la Compañía que queda a la izquierda. Después se entra en las tierras de El Bosque…A poca distancia está el Tejar de Gracia, a la orilla misma del agua comunicada por unos caños muy anchos; y así se puede ir a este sitio por mar o por tierra. (p.348).
A manera de conclusión, es posible afirmar que nuestro sector de la Cartagena contemporánea fue epicentro de importantes sucesos históricos, al igual que queda claro que El Pié de La Popa, desde 1763 está constituido como una pequeña villa o un caserío de bohíos en la zona extramuros de Cartagena .CONTINUARÁ: El Pie de la Popa en los tiempos de la liberación…