Rubén Blades: Las 13 Mejores, Las más Recientes y El Padre Antonio (Final).


Rubén Blades: Las 13 Mejores, Las más Recientes y  El Padre Antonio (Final).

Escribir sobre la música de Rubén Blades y los acompañantes  de sus agrupaciones  musicales es muy gratificante; pero escuchar, bailar y disfrutar de sus canciones es delicioso y placentero ., eso sí no tiene precio en esta vida.

Por ello, hoy, cuando escribo sobre las canciones más recientes del panameño corro un riesgo de 50%  en una imaginada escala de uno a 100, por cuanto  muchas  de las canciones  que se editan en otros lares de América, tardan meses y tal vez años  para ser escuchadas en nuestro equipos de música, llámese equipo de sonido, radio, picó o cualquier otro  reproductor de sonido, excepto del computador, cuando usamos  a YouTube u otras plataformas.

Así asumiendo el riesgo de ser valorado como cronista trasnochado, es mi intención dialogar con ustedes amigos y amigas lectores y lectoras sobre “Tangos”, una de las más “recientes” creaciones de Blades.

Ganador del festival Mundial de Tangos en  la propia cuna de este: Argentina, Rubén nos invita a disfrutar  en este género,  con  las canciones que lo elevaron a la fama en el mundo de la salsa.

Acompañado de orquestas de bandeones, el instrumento esencial del tango clásico y de músicos de la orquesta sinfónica de Praga, Rubén Blades, interpreta, lo que a mi gusto son sus canciones favoritas, entre otras como Pedro Navajas, Pablo Pueblo, Ligia Elena, Juana Mayo y Adán García.

Así… despacito , cuando  escuchas la crónica de Navajas, la voz grave del Poeta de la Salsa no te convence y mucho menos la tenue música de la orquesta, que no te hacen sentir ese sabor a tango de Gardel, Hugo del Carril o Libertad Lamarque, tres  de los clásicos, o el sabor ese que dejó en nuestras almas infantiles, el tango del criollo turbaquero: Humberto Carrasquilla, acompañado de mi padre Rafael, en una de esas  reuniones sociales de no se hace cuantas decenas de años atrás.

 Pero, en la medida que haces cita con Ligia Elena y mejor aún con Adán García, en el último día de su vida, te convences, porque los jurados del Festival de Tangos de buenos Aires  y de los Premios Grammy, dieron a  estas interpretaciones el título “del Mejor”, en su momento de presentación.

Hoy,  todavía continúo paladeando los “Tangos” de Blades, sorbo a sorbo, oída tras oída, canto tras canto, melodía tras melodía y cada uno de esos sonidos musicales que una portentosa orquesta de bandeones y sinfónica puede emitir.

No obstante, con todo lo valioso y positivo de los Tangos de Rubén, si se me concediese la oportunidad de escoger entre estos y la salsa de Blades hecha poesía, de hecho, sin pensarlo más de una vez, me quedo con esta… por sus poemas, por sus ritmos, por ese rico sabor caribeño, imposible de disfrutar con  otras experiencias musicales.

Pero sin lugar a equivocarme, las más recientes, “las calienticas que apenas terminan de salir del horno de la creación” de Blades y su músicos  de la Big Band de Roberto Delgado, son las del álbum Medoro  Madera.

Medoro Madera es un álbum que recrea viejos sones de la Cuba de ayer, que brindan ese sabor musical  incomparable del Caribe, con canciones desconocidas , para mí, pero también con otras viejitas y sabrosas como Caina  y Donde está Miguel cuya versión del Trío Matamoros trae a mi mente recuerdos gratos de un pasado feliz que ya nunca volverá.

De Medoro Madera, el diariovasco.com comenta:

“En su disco Blades recupera a Medoro Madera, un personaje que ha aparecido recurrentemente en algunos temas de su discografía. Se trata de un sonero cubano, excéntrico,  toma ron, fuma tabaco y le gusta cantar. De Madre cubana, el panameño utiliza a Madera como alter ego y para transformarse en él canta con voz impostada, al estilo de los soneros de la isla caribeña. Es un homenaje a todos  ellos, especialmente a los soneros que han salido de Cuba, ha declarado”.

Ya para culminar sólo basta resaltar la canonización de Monseñor Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado el 24 de marzo  de 1980 por fuerzas ultraderechistas mientras oficiaba una misa.

El periódico New York Times del pasado domingo 14 de octubre ha escrito:

“El Papa  Francisco ha canonizado este domingo a Monseñor Arnulfo Romero; el arzobispo asesinado a los 62 años era uno de los líderes más importantes de la iglesia de América Latina. Condenó las injusticias y se pronunció contra la represión política en medio de una guerra que se intensificaba entre los movimientos de izquierda y el gobierno y las fuerzas de extrema derecha de El salvador.

Un mes antes el arzobispo Romero había molestado a los simpatizantes del gobierno salvadoreño, cuando le pidió al presidente estadounidense Jimmy Carter que  pusiera un alto a la ayuda militar que daba al país. Cuando Ronald Reagan asumió la presidencia en 1981, de inmediato aumentó la ayuda”.

Fiel a sus convicciones políticas Rubén Blades compuso y canta una hermosa  canción de corte político y social, en homenaje al Padre Arnulfo Romero, quien entregó su vida por la causa de los pobres del mundo.

Por todo lo anterior, les invito a escuchar los Tangos de Rubén, los sones de Medoro Madera y estas notas del Padre Antonio y su Monaguillo Andrés:

…El Padre condena la violencia,

sabe por experiencia, no es la solución,

 les habla de amor y de justicia,

de Dios va la noticia, vibrando en su sermón.

Suenan las campanas un, dos, tres,

del Padre Antonio y su monaguillo Andrés…

En medio de un padre Nuestro entró el matador y sin confesar su culpa le disparó. Antonio cayó ostia en mano y sin saber porque Andrés se murió a su lado sin conocer a Pelé…

Suenan  las campanas un, dos, tres…

Con los afectos de siempre, recargados este 2018.

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.

uellesq@hotmail.com.


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