Dislates del momento: “un vaso con agua y una bolsa con agua”


Se corrige cuando hay fundamentos bien estructurados de lo que se intenta corregir, pero mientras no haya la suficiente ilustración de lo que se desea corregir, es mejor permanecer callado para aprender de quienes poseen el bagaje y el conocimiento.

Intentaré abordar un tema espinoso y discutible pos sus implicaciones y connotaciones, aunque no soy preceptivo en un alto porcentaje. Todo esto puede servir para no seguir cometiendo algunos errores por el desconocimiento del idioma. Todos los que conocemos algunos resquicios de nuestra lengua materna, sabemos que últimamente se ha incrementado el uso y el abuso de frases y expresiones disonantes que chocan con reglas básicas de gramática. Se propicia un caos en la comunicación oral y escrita por los barbarismos cometidos, pensando que se está usando adecuadamente el idioma, mas no es así. Se está cambiando la limpidez y el buen decir por el cinismo y las incorrecciones semánticas, sintácticas y morfológicas.

Antes de iniciar, voy a decir que uno de los universales lingüísticos tiene que ver con el desarrollo de la lengua a través de la historia como factor principal para que no desaparezca como algunas lo han hecho; pues, si no hay variaciones, muy seguramente el idioma muere por anquilosamiento. Entonces, éste tiene como condición inherente la diversificación lingüística acorde a los contextos y situaciones históricos de sus hablantes y la sociedad donde se emplee. No obstante esto, no amerita que no haya unos principios básicos normativos que le permita mantenerse vigente como creación del hombre y la civilización, los cuales se tienen que cumplir.

Lo anterior lo tomo como referencia para abordar una de las categorías gramaticales de nuestra lengua española, las preposiciones, no sin antes definir y reconocerlas según su clasificación.

Las categorías gramaticales, las que fueron enseñadas con denuedo por los maestros en la primaria, es la nominación con la cual se reconoce al grupo de palabras del idioma: sustantivos o nombres; adjetivos; adverbios; verbos; preposiciones; conjunciones y determinantes. Las utilizamos para formar proposiciones o cadenas de significados orales y escritos.

En el caso particular que nos atañe, las preposiciones se definen como palabras invariables que constituyen un tipo de nexo, ya que une palabras, oraciones e incluso proposiciones denotando la relación que tienen entre sí. Las preposiciones pueden indicar o significar origen, procedencia, instrumento, destino, tiempo, causa, dirección, lugar, medio, finalidad, punto de partida, motivo, etc. Sin embargo, es muy común escuchar correcciones impertinentes, que sin ningún argumento sólido, me indican que si expreso “deme un vaso de agua” o “deme un bolsa de agua”, estoy cometiendo un disparate. Inmediatamente me dicen: será un “vaso con agua” o “una bolsa con agua”, porque el vaso o la bolsa no está hecho de agua, sino de cristal o de plástico. Impertinencia que se refuta con el simple y llano argumento de decirles de que las funciones de las preposiciones están acordes a la intención y al propósito de lo que se desea expresar. Esto es, se desea un vaso o una bolsa que contenga agua.

Los expertos dicen que aunque haya sentido lógico en la observación, ésta no es correcta; porque, para entender las preposiciones se tiene que analizar el significado de lo expresado. La preposición “de” tiene muchas funciones y significados en las oraciones y éstas se deben mirar desde el contexto desde el cual se expresan las frases. Por ejemplo: “Vaso de cristal (denota la materia en que está hecho); Vaso de mi prima (denota pertenencia); Vaso de adorno (denota función); Vaso de Portugal (denota procedencia); Vaso de agua de panela (denota contenido)”. Entonces, la expresión “vaso de agua” o “bolsa de agua” no debería ser corregida desde ninguna postura, puesto que se hace alusión al contenido, mas no a la materia con la cual está hecha el objeto.

Luego entonces, cuando digo "Deme un vaso de agua" o “ una bolsa de agua”, al igual que cuando se pide una “taza de café ”, una “lata de gaseosa”, una “copa de aguardiente” o un “plato de comida”, no estoy cometiendo un error, sino haciendo uso de uno de los significados que posee la preposición “De”. Y quien corrige debería saber que lo que yo deseo expresar es el significado de un "vaso que contenga agua" o “una bolsa que contenga agua”, denotando la medida o cantidad; es decir, "agua" en la "medida de un vaso" o en la “medida de una bolsa”; en otros términos: el "vaso" o “bolsa” no me interesa, me interesa el agua, pero en la cantidad de un "vaso" o “bolsa”.

Sin embargo, aunque se haga la corrección, es bueno decir que "deme un vaso con agua" o “una bolsa con agua”, también son expresiones correctas. Lo que se solicita es “un vaso o una bolsa que contenga agua solo que no especificamos la cantidad, pues bastaría que contenga unas gotas "de" agua para decir que ya es "un vaso con agua" o “una bolsa con agua”. Por esta razón todo "vaso de agua" o “bolsa de agua” siempre será "un vaso con agua" o una “bolsa con agua”, pero no al revés. De seguro que no se le dará una mínima cantidad de agua, sino la cantidad de un vaso o de la bolsa de acuerdo a su tamaño.
(Continuará)
*Docente de Lengua castellana y literatura del Distrito de Cartagena en la Institución Educativa Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y de Comunicación Oral y escrita de la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco.


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