El éxodo, un viacrucis repetitivo


Irse para Venezuela era la prioridad de muchos colombianos. Desde que tengo uso de razón, siempre he escuchado esta versión. “Me voy para Venezuela”, era una frase muy común que hasta en los muñecos de trapo que la gente quemaba el 31 de diciembre lo anunciaban. La migración de colombianos hacia Venezuela era una situación tan normal, que me atrevería afirmar que no hay un colombiano sin un familiar en el vecino país.

Somos dos países hermanos, hermanos de verdad. Hemos convivido mucho tiempo juntos, los problemas de uno afecta el otro. La economía nuestra depende mucho de ellos y viceversa. Las relaciones con Venezuela históricamente se convirtieron en la continuidad del mercado colombiano. Y al revés, era el mercado donde se conseguían los artículos de primera necesidad más barato que en Colombia. ¿Quién no tuvo un producto Mavesa en su mesa?

El éxodo, es un viacrucis repetitivo entre venezolanos y colombianos. Desde el más humilde hasta el más encopetado colombiano, Venezuela era una opción de conseguir dinero. Era el sueño latino, no el sueño americano. Aunque muchos dieron el salto, porque desde allá era más fácil irse para los Estados Unidos. Muchos lo lograron gracias a la importancia de su petróleo en el mundo. Por eso, muchas familias están agradecidas con Venezuela, les fue muy bien. El bolívar llego a valer $ 12 pesos colombianos.

Hoy la realidad es otra. La geopolítica regional cambió, y en Venezuela llegaron al poder líderes políticos con otras ideologías. Diferente a las mismas familias que han dominado por siempre (Colombia sigue igual desde hace más de 200 años, seis familias se reparten el poder), sin embargo, es una experiencia que le ha salido costosa, desastrosa, dado el nivel de desprestigio que ha tomado el gobierno socialista, producto de tanto bloqueo, aislamiento, abusos y contracción de la demanda y algo peor, con una inflación que sobrepasa el 430%. -El bolívar, peso importante en la región, hoy no vale nada-

Así las cosas, no es para alarmarse que muchos venezolanos simbióticamente tengan que emigrar a Colombia, cuando en otra época nosotros lo hacíamos, buscando un mejor porvenir, progreso para sus familias. De todo esto, una cosa sí es cierta; Venezuela sigue siendo uno de los máximos productores, exportadores de petróleo en el mundo y es el país que suministra petróleo barato a la región, y en algunos casos hasta lo regala.


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