Así es. Sociológica y antropológicamente se puede destruir. Se está destruyendo. ¿Dónde están sus líderes? ¿Será que Cartagena se convirtió en una ciudad de nadie? Elegimos un alcalde que pasó a la historia, ¡pasó a la historia! Su elección se convirtió en un termómetro del rechazo de la gente hacia la clase dirigente. El dinero que corrió por alcanzar el solio de la aduana no es suficiente. Existen otros matices.
Estamos dormidos en los laureles, mientras otros y otras hacen de las suyas sin ruborizarnos. Cojamos ejemplo de Barranquilla que acaba de cumplir sólo doscientos años de fundada y salió de nuestras entrañas. -La heroica tiene más del doble de fundada-
Su desarrollo y progreso es digna de imitar en la costa caribe. Los círculos sociales y políticos se abrieron y dieron paso al conocimiento ciudadano como el único camino de construcción de sociedades más equitativas y tolerantes. Lo demás son puros cuentos chinos.
En cambio aquí, los círculos sociales son cada día más cerrados y recalcitrantes. No han entendido lo diversa que se ha vuelto Cartagena. Hay que aprovechar el colorido de su gente e involucrarla en su desarrollo y no seguir pensando que es una tierra de negros y de muchos pobres.
Muchas cosas pasan y todo el mundo se va de agache. El Macroproyecto TRANSCARIBE, anunciado con tanta parafernalia, llegó a un punto muerto. ¿Qué pasa con su parálisis? Le han invertido casi 600.000 millones y la obra sin terminar. ¿Quién responde? Sus directores le deben unas explicaciones a la ciudad. El Ministerio mantiene un silencio cómplice, sólo se le vió en un tira que jala con la terna de donde salió el nuevo director, el espectáculo dejó un sinsabor.
El desgaste social es enorme. La movilidad está a punto de colapsar. Y que hay de las pérdidas millonarias. Sólo el traslado de BAZURTO podría aliviar la movilidad. Pero, el sistema de transporte articulado se reciente en sus finanzas. No habría la afluencia de pasajeros proyectada.
La pobreza fue disminuida en el gobierno pasado. Hoy se ha vuelto a disparar. No hay control de nada. Las pandillas crecen de una manera vertiginosa producto de la descomposición familiar, sin trabajo y sin oportunidades para desarrollarse. El mototaxismo una opción. Anda a sus anchas y penetrando peligrosamente desde otras poblaciones, hasta de otras ciudades cercanas. Los taxistas libres con sus tarifas. Los funcionarios públicos pidiendo mordidas abiertamente, las iglesias cerradas para que no se las roben. Es una bomba de tiempo. Es una forma social de destruirse asintomáticamente.
La salud, tema trillado. Presenta todos los días muertes por el ya conocido “paseo de la muerte” Los CAP sin dotación adecuada, están a medias y los pobres más en riesgos de morir por falta de atención. Otro bien trillado, la educación. El escándalo nacional de Chemical, lo resume todo. Y hoy está sucediendo lo que nunca debió suceder, los niños y niñas sin clases por falta de aseo en las instituciones educativas oficiales. Ahora estamos como el departamento de Bolívar, el año pasado se quedaron muchos niños y niñas sin educación y lo que va del 2013 la cifra es escalofriante, 20.000 sin educación, las ONG que fueron contratadas para ese fin no responden y ni el Ministerio de Educación se pronuncia.
Se convirtió en una ciudad sucia, por no decir puerca. En cualquier esquina de cualquier barrio se encuentran pilas de basuras regadas. Malos olores por todas partes. Las empresas de aseo incumplen y la falta de cultura ambiental de los ciudadanos es cada día mayor. El plan de contingencia para las próximas inundaciones nadie lo conoce. Son inminentes las calamidades que va a padecer la ciudad con la cerquita ola invernal. Dicen los expertos, que existen lluvias represadas y que por eso hay que prepararse.
Los escándalos son el pan de cada día. Y ahora políticos en tsunami, corrupción pública, globos que se los llevó el viento, etc. Los sicarios viviendo como en el antiguo oeste. La gente anda sin tolerancia y mata por cualquier razón. No hay seguridad ni en las propias casas. Las fiestas familiares han venido despareciendo por riesgos con los desadaptados que andan por las calles. La policía no los encuentra ni los ve ni tampoco sabe dónde encontrarlos.
Y lo final, el gobierno distrital no logra cumplir sus funciones públicas. Su esencia como tal es contribuir a que los servicios de interés colectivo lleguen a toda la población, sin distingo de raza, religión, clase social o posición política de una manera eficiente y equitativa.
El triunvirato, gobierno distrital, empresarios y organizaciones sociales tienen la palabra. Actúen antes de que sea demasiado tarde. La mezquindad y la avaricia no pueden seguir siendo una forma malsana de enriquecerse a costillas de los más necesitados.
