Un buen concejo antes que alcalde


Ser alcalde no es fácil, aquí ni en ninguna otra parte del mundo. Pero en Cartagena la figura del alcalde se ve como lo máximo, cuando en realidad estamos desperdiciando la oportunidad de elegir unos buenos, excelentes  concejales. Así como lo lee, necesitamos un buen concejo antes que  alcalde. La historia ha demostrado que muchas  personas han dirigido los destinos del Corralito de Piedra. Les hago remembranza. La ciudad ha sido gobernada por muchos dirigentes sin el más mínimo  conocimiento de la cosa pública. Fueron nombrados a dedos en el pasado, después elegidos   por el voto popular.

Hay que hacer un paréntesis, excepciones. En tiempos otrora  los alcaldes tenían más mística, más vocación de servicios, había un compromiso real con las comunidades, de eso dan fe Vicente Martínez, José Henrique Rizo Pombo, y en los más recientes, Nicolás Curi, Guillermo Paniza, Carlos Díaz y la Mariamulata. Los demás, demostraron que fueron por todo, menos por el progreso de Cartagena.

Justifico la necesidad política .Los planes de desarrollo son articulados con el orden nacional, y son casi una fiel copia de lo que dicen en el altiplano. Hay pocas cosas novedosas que introducen en un plan de desarrollo distrital, proyectos de poca monta, proyectos financiables con recursos propios o de libre destinación. Todos sabemos de la flaqueza histórica de los recursos distritales -Y eso que los mandatos presidenciales no coinciden con los regionales-Entonces, un alcalde le corresponde sólo gestión. Lo demás viene por añadidura, como dice el adagio popular.

El origen de todos los males que padece la ciudad viene del concejo.  Así lo siente la ciudadanía. El pueblo lo pide a gritos. En el Observatorio del Concejo las cifras hablan por sí solas,  sólo el 24% cree que defiende los intereses de la ciudadanía. Presentaron 31 proyectos de acuerdo y sólo fueron aprobados 7.Sólo un  indicador se ha mantenido sobre el 90%, la asistencia a las sesiones.( http://www.funcicar.org/sites/default/files/archivos/presentacion_informe_del_desempeno_concejo_y_la_asamblea_2014_-_abril_21_del_2015.compressed_1.pdf)  Voces altisonantes están indicando que todavía estamos muy lejos de elegir un buen concejo, un grupo de representantes comprometidos con las necesidades de sus electores. – Ansían siquiera unos tres Múneras- Unos ediles que presenten proyectos de acuerdo que dinamicen la ciudad, no que la alboroten.  -Como el rezo ante de  sesión, los descamisados o el baile de champeta- Es natural sus iniciativas, el nivel de formación académica no puede dar para tanto. Dos o tres tienen alguna formación intelectual que les permite ver más allá de sus narices, los demás ni hablan, ni dicen nada, solo asistir, pupitrear (excusen el verbo)  y cobrar.

Pero no todo está perdido, hoy tenemos la oportunidad de cambiar muchas cosas en nuestra ciudad. Y el primero paso que hay que dar es cambiar la primera Junta Directiva que confabula, camufla, incita a la corrupción y aparece como Poncio Pilato, lavándose las manos, como si nada, escudándose que ellos no ejecutan recursos, ellos sólo son coadministradores, mamola, como dijo Gaitán, a otro perro con ese hueso.

No hay vocación. Interés personal o particular es su modus operandis. La política de hoy es un proyecto  de inversión que tiene que producir altos rendimientos financieros. Aquí se confunde la dignidad, los valores, la ética, la cortesía. El dinero es lo importante, salga de dónde salga  y cómo salga, es la prioridad.- Todos los concejales con el tiempo se vuelven millonarios, ya no van a San Andrés, sino Miami, Santo Domingo, Curazao, Panamá  y Europa- ¿Las sesiones dan para tanto?

Hay proyectos políticos nuevos y refrescantes que pueden oxigenar  al concejo. Para mencionar sólo tres, el caso de Daneyi Cuentas, joven abogada especializada  con un alto sentido de la solidaridad y la equidad social, Elvis Garrido, joven Contador Público especializado con un liderazgo natural de servicios y Bernardo Raad, joven abogado especializado con vocación de servicios, son tres opciones de verdadera renovación política. -Y seguramente habrán más candidatos, honestos, transparentes, serios  que le duela su ciudad- No pertenecen a ninguna casa política, sus aspiraciones son inducidas por la voluntad popular y ese deseo inmenso de servir como han sido siempre sus actuaciones en su vida diaria.

El voto es un poder intransferible, los ciudadanos y ciudadanas tienen que valorarlo, no se imaginan el poder que tienen en sus manos. Hasta tiene precio en el mercado. Decida sin venderlo, verá que su conciencia se tranquiliza al saber que al fin fue honesto consigo mismo.

P.D. Celebro con mucho entusiasmo la firma histórica del Acto administrativo  o Resolución # 1990 del 23 de Julio de 2015 entre los Sindicato de ASPU y  los directivos de la Universidad de Cartagena en cabeza del doctor Edgar Parra Chacón.  

 


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