"Siento una nostalgia porque ya eran muchos años haciendo las fiestas. Hoy (ayer) nos invade una tristeza porque ni siquiera todas las banderas se izaron y no hicimos actividades", exclama con voz entrecortada Adalgiza Silgado Pereira, más conocida como Mama U, un icono de la cultura en el barrio Escallón Villa.
Y es que no es para menos. Por primera vez en 13 años esta tradicional calle que lleva el mismo nombre de la fecha en que Cartagena se liberó del yugo español, no celebró ayer con bombos y platillos, jolgorio, música y desfiles la absoluta independencia.
Al iniciar la mañana, la calle era solo soledad y se observaban caras largas. La historia no volvió a hacer memoria y desde sus casas cada vecino rogaba porque no se formaran desmanes y desordenes como en los dos últimos años cuando bien entrada la noche era necesaria la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) ante la negativa de ajenos al barrio de apagar los picós.
¿DE DÓNDE VIENE LA TRADICIÓN?
Buscar rescatar los valores culturales y la tradición en los barrios de celebrar el 11 de noviembre nació como una iniciativa en el 2003.
En ese año, Mama U, una Cordobesa pero hija adoptiva de Cartagena, fue poco a poco formando con mujeres adultas una comparsa que lleva el mismo nombre de su apodo.
"Inicié con un grupo de señoras que les gustaba bailar. Entonces comenzamos a trabajar; hacíamos paseos de chivas, sancochos, cerveceros, rifas y festivales gastronómicos, para comprar los vestidos de la comparsa. Así trabajamos 5 años y luego empecé a hacer los desfiles con los niños", contó emocionada, como extrañando esa época, Doña Adalgiza, de 67 años.
Desde ese entonces, se hicieron durante 13 años consecutivos todo tipo de actividades culturales para que ningún habitante de Escallón Villa se quedara por fuera de la celebración.
LO QUE SE HACÍA
La Fundación Festejo Cívico, Histórico y Cultural Comparsa Mama U, abría la agenda del 11 de noviembre a las 5 a.m. con la entonación de los himnos de Cartagena y Colombia.
Seguido, se hacía una alborada con antorchas encendidas y mariachis, que con voces prodigiosas le daban serenata a la calle y festejaban el absolutismo de La Heroica. Esto se hacía al final de la calle, en el sector que colinda con la convulsionada avenida de El Consulado.
Posteriormente, se daba inicio al desfile de niños en coches que estaban despampanantemente decorados con imágenes alusivas a la Torre del Reloj, murallas o cualquier otro sitio emblemático de la hoy llamada 'Ciudad de la paz'.
Y las comparsas de los adultos mayores también impregnaban de sabor y alegría cada rincón de Escallón Villa. Los hombres con sus sombreros e impecables camisas y las mujeres con sus polleras colorás y cánticos.
El año pasado hubo desfile de fandangueras que llegaron hasta de Arroz Barato para recorrer la calle en conmemoración a ese 11 de noviembre, en el que se rompieron las cadenas y Cartagena gritó su independencia.
FALTA DE SENTIDO DE PERTENENCIA
"La fiesta más grande, más bella, la que tiene historia, es la Fiesta de la Independencia de Cartagena, pero la gente muchas veces no sabe celebrar", lamenta Mama U.
¡Falta de sentido de pertenencia!. Esa frase ya suena cliché, pero encierra una gran verdad. Y es precisamente eso lo que impidió que en Escallón Villa, de más de 50 años de fundado, se celebrara como debe ser esta importante fecha.
Nadie hizo diligencias de permisos ante las autoridades. Quizás hastiados de que la celebración termine siempre mal. Así lo confirmó la Junta de Acción Comunal (JAC) de ese barrio, que queda a pocos metros de la emblemática Plaza de Toros.
"Nadie solicitó el aval y la comunidad también tenía temor por los problemas que se presentaron el año pasado y lógicamente por la inseguridad que hay en la ciudad (...) Esta debería ser una fecha para celebrarla en familia, con los vecinos del barrio, pero las veces que se ha celebrado llega gente de otros sectores y son los que arman el problema", manifestó Nohemí Pretel, presidenta de esa Jac.
Este 2016, con el apoyo del Instituto de Patrimonio y Cultura (IPCC), solo se pudo rescatar un compartir y un desfile folclórico con unos 160 niños y 70 adultos mayores del barrio. La actividad se hizo el 7 de noviembre de 8 a.m. a 1 p.m., tres días antes de la fecha que todos los cartageneros esperan con ansías que llegue.
Esta vez, en vez de alborada, desfiles, mariachis, niños y adultos mayores disfrazados, hubo policías haciendo labor preventiva en las tiendas y casa a casa.
Patrullas de vigilancia, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y el grupo de Fuerza Disponible de la Policía Metropolitana estuvieron merodeando todo el tiempo la calle 11 de Noviembre, para evitar el ingreso de picós y vendedores ambulantes con bebidas embriagantes.
Pedagogía histórica y cultural de las Fiestas de La Independencia desde los colegios, es lo que claman los vecinos de Escallón Villa que se haga en toda Cartagena, para que no solo en ese barrio sino en todos aquellos donde la delincuencia e intolerancia han mutilado los festejos y tradiciones, se pueda volver a conmemorar ese 11 de Noviembre de 1811.
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