La alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo Flórez, no autorizó la venta de una playa, sino de un lote contiguo a la orilla del mar en El Laguito.
“La playa está en frente y puede ser disfrutada por cartageneros y colombianos en general”: así resume Enrique Del Río González, abogado defensor de la alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo, el embrollo jurídico que la implica, y que tanta trascendencia ha tenido en los medios.
El jurista advierte además que por ese negocio, el Distrito solo ha recibido la cuarta parte del valor acordado, es decir $51 millones. Por eso, espera que antes del 25 de mayo próximo la Fiscalía 16 Seccional de Cartagena, luego de analizar lo expuesto en la defensa, determine no acusar a Pinedo Flórez de los delitos de peculado y celebración indebida de contratos, y de paso absuelva a los otros involucrados en el proceso.
En el proceso por la venta del lote de 240 m2 denominado “Polígono Las Velas”, la Fiscalía considera que este terreno es de uso público, una playa, tal como lo ha conceptuado la Capitanía de Puerto, por lo tanto no se podía vender.
Sin embargo, ese terreno fue declarado baldío mediante Escritura Pública No. 3570 del 8 de noviembre de 1999, la cual fue registrada el 7 de diciembre del mismo año en la oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Cartagena. El predio tiene la matrícula inmobiliaria Nº 060 - 178207.
Además de la declaratoria de baldío, la defensa de la Alcaldesa esgrime como prueba en el proceso el acuerdo No. 30 del 14 de diciembre de 2006, suscrito por el Consejo Distrital de Cartagena, donde se faculta a la Alcaldía Mayor de Cartagena vender los baldíos para captar recursos e invertir en lo social, y además, lograr la organización del Distrito en lo tributario. De acuerdo al Acuerdo 30, la venta traería como resultado que los poseedores u ocupantes de estos baldíos obtendrían la propiedad, pagarían el precio, y además tributarían.
En el caso concreto el “Polígono Las Velas” era ocupado desde hace muchos años atrás por los propietarios del hotel Las Velas, hoy hotel Dann, al punto de que en dicho terreno se encuentra construida el área de piscinas. Por esa razón, en el 2009, el Distrito, mediante la Secretaría de Hacienda, lo propuso en venta. Finalmente vendió, luego de lo cual el entonces concejal William García Tirado presentó denuncia, porque, en su sentir, la Alcaldía habría vendido una playa considerada bien de uso público.
Desde 2009 (año de la venta), existe un conflicto de criterios entre la Capitanía de Puerto, que aduce que el “Polígono Las Velas” es un bien de uso público, y la Alcaldía, que tiene pruebas de que es un baldío, tal como lo declaró en 1999 después de un estudio realizado por el abogado Darío Giovanni Torregroza, también involucrado en el proceso.
La Alcaldesa se amparó, como es lógico, en la declaración formal y legal de bien baldío hecha 10 años antes, lo que llaman los abogados confianza legítima.
La Fiscalía formuló imputación, la que conforme a la ley procesal penal, es un acto de comunicación de la condición de imputado, lo que faculta el inicio de la investigación y el ejercicio del derecho de defensa.
La imputación critica tres aspectos, en esencia: la calidad del bien. Es decir, en juicio de la Fiscalía, el “Polígono Las Velas” es un bien de uso público y no un baldío. Segundo, la ausencia de licitación para la venta. Tercero, el avalúo y el precio.
Esta es la defensa
Según el abogado Enrique del Río, el bien está definido como baldío desde el año de 1999. “Como se dijo anteriormente, mediante escritura pública debidamente registrada, que se encuentra amparada por la presunción de legalidad. Si existió alguna irregularidad, en tal declaración de baldío, dicha irregularidad no es del resorte de la administración de la doctora Judith Pinedo Flórez”.
“Sobre la ausencia de licitación, tengo que decir que esta no era necesaria, de conformidad con el Acuerdo 030 de 2006, del Consejo Distrital de Cartagena, en su artículo 5º, el cual en su parágrafo 3º expresa: ‘Los ocupantes o poseedores de baldíos, que sean vendibles o ratificables de venta, en los términos de este acuerdo y demuestren su tenencia por más de cinco años, tendrán la primera opción de compra y su venta será en forma directa…;’, tal como lo es el caso de estudio. Y sobre el avalúo y el costo, tengo que decir que el precio fue determinado por un avalúo comercial presentado a la Alcaldía por tres peritos expertos. Dicha experticia y la idoneidad de los versados, no fue cuestionada en la medida que estaban revestidos de la presunción de buena fe constitucional. Hoy encontramos expertos que expresan que dicho inmueble tiene un valor inferior, por las limitantes que ofrece el área y su relación con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y la ausencia de servicios públicos”.
El abogado Del Río asegura que vale decir que la firma de la escritura de venta se realizó el día 23 de febrero de 2009 y el primer debate sobre la calidad del inmueble (Baldío o uso público), se suscitó en el Concejo Distrital, el día 15 de julio de 2009. “Es decir, cinco meses más tarde, de donde resultó la proposición Nº 150 que solicitaba a la administración Distrital revisar y de ser posible congelar y/o rescindir la negociación sobre el Polígono las Velas. A partir del recibo de esta proposición, la administración distrital congeló la negociación y se abstuvo de recibir los pagos pactados.
El proceso inició su etapa de investigación, y a partir del 25 de abril de 2011, el Fiscal cuenta con 30 días calendario para decidir si solicita la preclusión del proceso, o presenta escrito de acusación”, finalizó el abogado.
Mala interpretación
Para Darío Giovanni Torregroza, abogado experto en derecho marítimo y portuario y quien realizó en 1999 el estudio que determinó los baldíos en el Distrito, el problema surge de la interpretación que está haciendo la Fiscalía del concepto de “playa”.
“El diccionario de Topónimos y Términos Costeros de Colombia (publicación oficial del IGAC ISBN 958-9067-42-5, Bogotá 1998) define la playa así: ‘Ribera del mar, río o lago, de superficie casi plana, con ligera pendiente de empalme entre el modelado terrestre y el Subacuático; está constituida por material más o menos grueso móvil, arenas y piedras desplazadas por las olas’. María Moliner la define así: ‘Terreno llano con suelo de arena a la orilla del mar o de un río’”.
“La tesis del Distrito desde que lo declaró como baldío, es que eso no es playa. Yo como experto en derecho marítimo y portuario tengo que decir no se pueden vender las playas, mientras no esté desafectado el dominio público”, dijo.
“El Distrito en su función de ordenación de territorio ha encontrado que en el área de la Bahía de Cartagena hay unas zonas consolidadas que en consecuencia no se pueden seguir considerando zonas de bajamar”.
“Para el caso de la supuesta playa del “Polígono Las Velas”, legalizada por el Hotel Dann, tenemos que el área corresponde a una Zona Consolidada. Esta área, así como la que corresponde a las edificaciones vecinas, era mar, hasta cuando la autoridad marítima, por medio de la Resolución 103 del 23 de agosto de 1960, expedida por la Armada Nacional, autorizó al dueño de una flecha de litoral (Inversiones el Laguito Ltda.) para transformar mediante rellenos la flecha de litoral en península y luego en urbanización”, advierte Torregrosa.
Así mismo, señala que la Fiscalía hizo una interpretación tergiversada porque en el fondo hay otros temas.
“Este es el momento, y estoy de acuerdo con la Alcaldesa Pinedo, para dar el debate sobre la transformación del territorio en la ciudad. En la ciudad existen numerosos rellenos sobre los cuales hay que definir su condición jurídica. La Dimar dentro de su competencia puede determinar cuales son las áreas de su jurisdicción. El Distrito ordenó su territorio y dentro de ese ordenamiento encontró áreas consolidadas, como la de El Laguito y en el año 2000 en el POT determinó que por esa área pasará una vía. Si la Dimar sigue diciendo que eso es bien de uso público después de que se construya la vía, es su concepto”.
“En los estudios que yo entregué en el área de la Bahía de Cartagena están determinados 3,5 millones de metros cuadrados rellenados. En la ciénaga de la Virgen, se hallaron 2,6 millones de metros cuadrados rellenados que fueron legalizados en esa época a sus poseedores”, puntualizó.
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