Buses ruidosos, en jaque

Caras largas y otras de satisfacción, fue el resultado del operativo de control ambiental contra el ruido en buses y busetas, desplegado por el Establecimiento Público Ambiental (EPA) ayer desde las 8:30 de la mañana sobre la Avenida Pedro de Heredia, a la altura de Chambacú. Durante 6 horas funcionarios del EPA, junto a 13 agentes de la Policía Ambiental y miembros del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), decomisaron 33 bafles, 20 cornetas que perturbaban la rutina y tranquilidad de los usuarios del transporte urbano de Cartagena, pero que inevitablemente motivaron protestas fuertes de los conductores de cada ruta. No obstante, lo más destacado de la jornada es que, mientras los funcionarios realizaban tales incautaciones, muchos pasajeros mostraron su agrado por los operativos de las autoridades contra el ruido ensordecedor que tienen que soportar cuando van a sus destinos. “Ésta es una labor pedagógica que debería hacerse a diario, me parece excelente lo que los funcionarios están haciendo”, expreso Guillermo Ricaurte, pasajero. DESCONTENTO En contraste, fueron unánimes las caras de frustración de los choferes, quienes lamentaron no sólo los decomisos, sino los atrasos en sus rutas. “Pienso que estos operativos deberían hacerlos en los turnos (despachos), porque así como los están haciendo nos hacen perder una vuelta completa, y ahora tengo que llegar al punto de control más rápido, por eso es que pasan los accidentes”, declaró Mario Guerra, conductor de una buseta de la ruta Socorro Centro. Por su parte, para Marcos Martínez, chofer de un vehículo de la ruta Ternera Centro, estas jornadas representan para los dueños de buses pérdidas aproximadas de entre $80 mil y $50 mil por vuelta, y entre $300 mil y $500 mil por cada parlante grande. “Lo que es claro es que éstos no son decomisos, los parlantes se los roban, a mí en noviembre pasado me incautaron unos parlantes, pero siempre buscan algún pretexto para no entregármelos”, alega Martínez. EVASIONES Aunque no hubo muestras fuertes de intolerancia, no faltaron los insultos por parte de algunos choferes y sparrings (ayudantes) que se resistían a entregar los parlantes de los vehículos. Está el caso de Smith García, quien aseguraba que el parlante que él iba sosteniendo mientras estaba sentado en uno de los puestos traseros de un bus, era de su propiedad. El hombre afirmaba que el bafle no hacía parte del bus, sino que lo llevaba para su residencia en Paseo Bolívar. “Me están maltratando, mi parlante es para escuchar musiquita en mi casa, no le hago mal a nadie”, expresó. Según la comandante de la Policía Ambiental, la intendente Yadeila Caballero, este tipo de situaciones no son más que intentos vanos de eludir las incautaciones. “A veces los conductores le entregan al pasajero estos artefactos para que los defiendan como suyos, de todas maneras los incautamos si la persona no tiene un documento que ratifique que el elemento es de su propiedad”, explicó Caballero. “Con cada operativo que hacemos diariamente –prosigue– notamos que poco a poco las personas se van concientizando, primero de que no tienen por qué soportar los altos decibeles, y a su vez los conductores se convencen de que les vamos a seguir incautando las cornetas y bafles”. El operativo de ayer tuvo también la participación de técnicos de los Centros de Diagnóstico Automotriz (CDA) Mi Vaquita, Revicar, Donde Roy y Cartagena de Indias, que apoyaron logísticamente en la revisión de certificados técnico mecánicos de los buses y busetas para constatar su legitimidad. COMPARENDOS La coordinadora de Educación Vial del DATT, Candelaria Del Río Rodríguez, manifestó que durante la mañana y las primeras horas de la tarde, el DATT impuso 35 comparendos a vehículos de transporte público, a motos y vehículos particulares, en desarrollo de su campaña de revisión técnico mecánica, porque los conductores no portaban dicho certificado que acredita el cumplimiento de esta norma.