La instalación del Emisario Submarino, por ejemplo, debe dejar la ciénaga de la Virgen completamente saneada para deportes que incluyan meterse al agua, como las regatas en veleros simples y abiertos como es la categoría de Sunfish; el esquí acuático; las carreras de lanchas pequeñas y de poco calado, conocidas como “zapaticos” antes de la aparición de los carros con ese mismo remoquete; y la natación de distancias largas.
Las ciénagas de La Virgen y de Juan Polo también tienen el potencial para la observación seria de aves, más allá de los paseos netamente turísticos y paisajísticos que se hacen en canoas. Igual potencial tienen el Canal del Dique y sus humedales aledaños, en los que una expedición de “pajareros” profesionales avistó más de 60 especies distintas en un recorrido en lancha en menos de una hora. Los observadores de aves suelen gastar billones de dólares cada año en el mundo, y muchos viajan en familia. Hacen un turismo de naturaleza y de impacto muy bajo, por no decir que nulo.
Las regatas de veleros tiene un grupo de aficionados crecientes en la ciudad, pero hace falta una gestión mixta entre la empresa privada y el Estado, más concretamente Proex-port, para inventarse una competencia inter-nacional, quizá dentro del Caribe, que culmine en Cartagena. Las aguas del Caribe son un reto para cualquiera y una regata que tuviera a esta ciudad como meta sería muy atractiva para los extranjeros, y provechosa para la urbe. Los eventos deportivos de este tipo nutren las economías de donde se desa-rrollan porque requieren personal de apoyo que gastará en hoteles, restaurantes y mano de obra local para hacer trabajos en las embarcaciones.
En automovilismo, Cartagena también podría ser extremadamente atractiva, como lo demostraron las pocas carreras de los karts organizadas aquí por Juan Pablo Montoya con la colaboración del Concurso Nacional de Belleza, entre otras entidades. Para eventos más rústicos, como las motos enduro y las cuatrimotos, sobran trochas retadoras en Montes de María.
El esfuerzo más reciente en pruebas de automovilismo es el Rally Nacam, que se co-rrerá desde este viernes sobre caminos destapados y con autos especializados, en el que participarán pilotos colombianos y extranjeros. Hay carreras internacionales de este tipo muy famosas, la más tradicional y especiali-zada de las cuales es el Rally París-Dakar, que marca la pauta mundial e incluye varias clases de vehículos, incluyendo motos y hasta ca-miones de doble transmisión.
La ciudad debería estar siempre a la caza de eventos nuevos como el Rally Nacam para tratar de volverlos al menos anuales, de ma-nera que el turismo también irrigue las áreas rurales del Distrito de Cartagena y del de-partamento de Bolívar. Aunque el motor de estos eventos tiene que ser el sector privado, debería poder trabajar hombro a hombro con el sector público, de cuyo trabajo entusiasta también depende el éxito de estos certáme-nes.
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