Chile: marcha estudiantil termina con desmanes

La marcha de miles de estudiantes y un puñado de profesores que exigen reformas al sistema educativo chileno culminó el jueves con incidentes luego de que encapuchados se enfrentaron con la policía. 
La protesta se desarrolló en el centro del vecino puerto de Valparaíso, 120 kilómetros al noroeste de Santiago, a unas seis cuadras de la sede del Congreso, en cuyo interior comisiones integradas por parlamentarios del oficialismo derechista y de la oposición de centroizquierda debatían la partida para la educación contenida en el presupuesto para 2012, un 7,2% mayor que la de este año. 
Después de marchar varias cuadras, unas 12.000 personas, según los organizadores y la mitad según la policía, se aprestaban a ver un espectáculo artístico cuando unos 200 encapuchados emergieron de la columna de manifestantes y empezaron a atacar a las fuerzas antimotines. 
Durante los seis meses de protestas del movimiento estudiantil, que presiona por una educación gratuita y de calidad, se han realizado unas 40 caminatas pacíficas y festivas, muchas de las cuales terminaron con encapuchados atacando a la policía. 
El jueves se cumplía el primero de los dos días de huelga convocada por el Colegio de Profesores, encabezados por el comunista Jaime Gajardo, para emplazar al gobierno del presidente Sebastián Piñera a que explique cómo piensa cumplir su promesa de trasladar la administración de las escuelas secundarias de las alcaldías al Estado. 
La mayoría de las alcaldías son pobres y carecen de ingresos para mejorar la educación básica y secundaria --a la que asiste 54% de los 3,3 millones de niños y adolescentes-- que estudian con una subvención que bordea los 100 dólares mensuales por alumno. 
Más del 90% de los manifestantes eran estudiantes, muchos de los cuales viajaron desde Santiago. 
De los 175.000 maestros que hay en Chile, sólo unos 72.000 están afiliados al Colegio de Profesores. 
Varios expertos en educación consideran a Gajardo un obstáculo para mejorar la baja calidad de los maestros, al oponerse a que sean evaluados anualmente para medir sus condiciones. 
Una prueba aplicada desde 2009 a los profesores recién egresados de la universidad para medir sus conocimientos concluye con resultados tan deficientes, que si se tradujeran en notas más de la mitad serían rojas.