El secuestro masivo en México de emigrantes que intentan llegar clandestinamente a Estados Unidos está aumentando y al menos se cometieron 11.333 raptos en un semestre del año pasado, advirtió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En un informe especial, la CNDH “documentó más de 200 casos de secuestros masivos de emigrantes con un total de 11.333 víctimas”, la mayoría centroamericanas, dijo en rueda de prensa Raúl Plascencia, presidente de este organismo público autónomo.
El nuevo balance supera el de 9.758 migrantes secuestrados entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, que la CNDH registró en su primer informe sobre la pesadilla que viven los indocumentados en tránsito por México a manos del crimen organizado y, en ocasiones, de autoridades.
“No han sido suficientes los esfuerzos gubernamentales por disminuir los índices de secuestro”, subraya el informe.
El gobierno asegura que ha implementando una estrategia para la seguridad de las rutas de los migrantes mientras el Senado discute una nueva ley migratoria que busca mejorar sus condiciones en territorio mexicano.
El asesinato de 72 inmigrantes de Centro y Suramérica en agosto pasado en Tamaulipas (noreste) evidenció la extrema vulnerabilidad en que transitan los indocumentados.
Uno de los sobrevivientes de la masacre dijo que fue perpetrada por los Zetas, uno de los cárteles mexicanos contra los que el gobierno ha desplegado al Ejército en una lucha antidrogas que desafía a las fuerzas de seguridad mexicanas y ha dejado más de 34.600 asesinatos en los últimos cuatro años.
El informe de la CNDH reúne testimonios de víctimas o testigos y fueron recabados en refugios, centros de detención migratorios y lugares de paso.
El documento se elaboró ante la ausencia de “estadísticas claras” sobre la problemática, dijo Plascencia.
El gubernamental Instituto Nacional de Migración, en base a denunciantes ante autoridades, aseguró que en 2010 fueron secuestrados 222 inmigrantes indocumentados.
Alberto Herrera, director de Amnistía Internacional en México, comentó a la AFP que “la mayoría de los secuestros contra migrantes no se denuncia por la falta de confianza en las instituciones”.
“La información de la CNHD es muy interesante porque es uno de los pocos datos oficiales sobre el tema y porque justamente contempla esos casos en que no hubo denuncia”, añadió Herrera.
Plascencia apuntó que la cifra de secuestrados “incluso podría resultar superior” a la documentada.
Por nacionalidades, de las 11.333 víctimas de secuestro documentados, 44,3% son hondureños, 16,2% salvadoreños y 11,2% guatemaltecos. También un 10,6% de mexicanos raptados en su intento por cruzar al lado estadounidense.
La CNDH detectó que en algunos secuestros participaron inmigrantes reclutados, voluntariamente o por la fuerza, por el crimen organizado. El sobreviviente de la matanza de Tamaulipas explicó que fueron acribillados por negarse a trabajar para sus raptores. Plascencia no identificó a los grupos criminales involucrados en los secuestros aunque testimonios citados en el informe mencionan a los Zetas.
El informe no calcula las ganancias que pudieron haber generado los 11.333 secuestros como sí hizo el de 2009, que apuntó a que pudieron ser unos 25 millones de dólares.
Las víctimas afirman que los rescates solicitados “van desde 2.000 a 5.000 dólares”, explicó Plascencia.
Los raptados son obligados a dar el contacto de sus familiares con métodos de extrema brutalidad como violaciones sexuales o tortura y si finalmente no lo entregan o nadie responde por ellos, en ocasiones son asesinados, añadió.
Algunas víctimas también reportaron participación o colusión de autoridades en sus raptos, señaló Plascencia sin detallar el número de estos casos.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()