Diversos ataques y presiones contra medios de comunicación, sus dirigentes o simples periodistas se produjeron en estos días en Venezuela, donde el viernes se dictó orden de captura al presidente de la televisión privada Globovisión, muy crítica con el gobierno de Hugo Chávez. La orden, emitida por un tribunal de Caracas contra Guillermo Zuloaga, responsable de Globovisión, y su hijo, no pudo ejecutarse hasta ahora ya que los afectados no se encontraban en su domicilio cuando llegaron los agentes de los servicios de inteligencia venezolanos (Sebin). La fiscal general venezolana, Luisa Ortega, aclaró que esta decisión judicial se refiere al delito de “usura” por el que el empresario fue imputado en 2009 debido al supuesto almacenamiento irregular de 24 vehículos, pertenecientes a concesionarios propiedad de la familia. Horas antes de que se divulgara esta noticia, el periodista venezolano Francisco Pérez, con más de tres décadas de oficio, fue inhabilitado “política y profesionalmente” por tres años y nueve meses por “ofensa” e “injuria” contra el alcalde oficialista de Valencia (norte), al que acusó de nepotismo. Pérez no podrá ejercer su profesión durante casi cuatro años debido a una columna escrita en 2009, según una decisión judicial a la que su abogado consideró basada en razones “más políticas que jurídicas”. Esta semana, la fiscalía venezolana decidió también investigar al portal de noticias Noticiero Digital por presuntos “llamados al desconocimiento de la institucionalidad”, días después de que el presidente Chávez lo acusara de difundir “incitaciones a un golpe de Estado”. Además, el pasado lunes en la noche la sede de la Cadena Capriles, una de las grandes empresas periodísticas de Venezuela, recibió cinco cócteles molotov de fabricación casera lanzados por un grupo de desconocidos. El ataque fue repudiado por el propio Chávez, quien a menudo ha elogiado al principal diario del grupo, “Ultimas Noticias”. En el caso del presidente de Globovisión, la orden de captura se produce días después de que Chávez dijera que le llamaba la atención que aun siguiera en libertad. Zuloaga “dijo que yo había mandado a matar gente y sigue libre. Eso sólo ocurre en este país (...) Eso no se puede quedar así (...) Hay un sistema que debería poner las cosas en su lugar”, dijo Chávez. “Anda suelto y tiene un canal de televisión. Por ahí dicen lo que les da la gana. Sigue siendo este canal la punta de lanza de la burguesía. Vamos a ver quién aguanta más”, afirmó.
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Crecen presiones contra la prensa en Venezuela
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