Ecuador calificó ayer de cínica una demanda presentada en Colombia contra el presidente Rafael Correa por presuntos nexos con la guerrilla de las Farc, y advirtió que la acción judicial “ahondará las diferencias políticas entre los dos gobiernos”. “Este es el cinismo más grande”, expresó el ministro de Política, Ricardo Patiño, un día después de que un grupo de abogados colombianos presentara ante la Fiscalía de su país la denuncia contra Correa y dos ex funcionarios del gobierno ecuatoriano. La acusación, que también pide que Correa sea investigado por la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, fue elevada ante las autoridades después de que un juez ecuatoriano ordenara la captura del ex ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos. “Esa iniciativa, valiéndose de un recurso judicial, solo ahondará las diferencias políticas entre los dos países”, dijo el canciller ecuatoriano Fánder Falconí al rechazar la demanda contra Correa, según un comunicado oficial. Quito relacionó la denuncia con la medida judicial dictada contra Santos por la muerte de 25 personas -incluido un alto jefe de las Farc durante el ataque colombiano contra un campamento clandestino de esa guerrilla en 2008. La acción -rechazada por la OEA como una violación a la soberanía ecuatoriana- derivó en una severa crisis que aún mantiene rotas las relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos. “La orden de detención (...) es parte de un proceso judicial legítimo, que cumple con todos los requisitos constitucionales y legales del debido proceso, del derecho a la defensa y con la plena garantía del principio de inocencia”, indicó el canciller.
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