El padre Alberto Linero, una 'biblia' abierta que se confiesa

El padre Alberto Linero confiesa que cuando entró al seminario estaba perdidamente enamorado. Tanto que le compuso una canción a la mujer por la que estuvo tentado a dejar su vocación, una trova cubana a la que tituló: ‘Me llamaste a ser vencedor’.
“Claro que me he enamorado y claro que muchas veces he visto personas interesantes y valiosas, pero trato de ser fuerte, disciplinado y rígido en mi vocación hacía Jesús”, admite, pero remata que como dice su canción, ella le dio un amor que le producía felicidad, pero el amor de Jesús le producía mucha más.
“Tu propuesta de amarnos me arrancaba de otros amores... pero me sedujo tu voz serena y firme. Ese día te conocí, te amé, te sentí y te dije sí sabiendo que me harías un vencedor. Gracias por llamarme mi señor”, dice el tema que tiene video en YouTube.
Sin sotana y sin tapujos, este padre que ha levantado ampolla con sus dichos costeños y su desparpajo caribe, llama a Jesús ‘El man’ e invita a las mujeres a preguntarse ‘Qué tiene ella que no tenga yo’, en un libro que pretende ser la guía que indica ‘Cómo vencer a la amante de tu marido’.
-¿Por qué escribir un libro sobre las relaciones de pareja si usted nunca ha estado casado?
Yo también he hablado del fuego y nunca me he quemado. Uno no solo habla de lo que vive, sino de lo que entiende y de lo que es capaz de asimilar. Es insensato el que solo aprende de su propia experiencia. Además llevo 19 años siendo cura y acompañando parejas que sufren y que terminan vueltas nada por la ruptura matrimonial. Y crecí en un hogar católico cristiano que lleva 45 años de matrimonio. Entonces creo que alguna palabra puedo decir. Nunca hablo como el que ha vivido eso, ni le digo a la gente lo que tiene que hacer, pero sí puedo manifestar mi voz sobre este tema.
-Padre, el título de su libro ‘¿Qué tiene ella que no tenga yo? Cómo vencer a la amante de tu marido’, ¿No es una visión muy machista del matrimonio?
Para alguien que solo ve la carátula del libro sí puede sonar machista, pero quien lo lee, se da cuenta que es feminista, está escrito para que las mujeres se den cuenta cuáles son las causas de esa infidelidad y revisarlas con inteligencia y tranquilidad. Busco entregarles herramientas para que sean capaces de parar el machismo.
-¿Pero si no se logra ‘vencer’ a la amante, termina uno siendo ‘perdedora’?
Al contrario. En la introducción del texto dejo claro que hay dos maneras de vencer. La primera, porque se acaba la relación de amantes y los esposos vuelven a una relación más fuerte, crecida y madura. Pero otras veces vencen porque pueden decir: ‘¡Hey! Mira, me he dado cuenta que él no es lo mejor para mi vida, te agradezco que te lo lleves porque me quitas un problema, una tragedia, de encima’. La mujer también vence cuando se quita esa tragedia.
-¿Una infidelidad se debería perdonar?
Sí, siempre, porque perdonar no es más que recuperar la paz interior perdida, sanar la herida que esa persona me ha causado. Lo que no sé es si siempre se debería reconciliar. Eso es otra cosa...
-¿En qué caso no es válida la reconciliación?
Cuando no están dadas las condiciones no hay por qué reconciliarse. Hay que decir ‘Hasta aquí llegamos’.
-¿Está de acuerdo con el divorcio?
No, no estoy de acuerdo con el divorcio. Estoy de acuerdo con el matrimonio para toda la vida, que la pareja sea capaz de luchar la relación matrimonial para siempre. Pero entiendo que en algunos momentos se puedan separar y para eso la iglesia tiene la anulación matrimonial.
-¿La infidelidad debería ser causal de esa anulación de matrimonio?
La infidelidad no está entre las causales de anulación matrimonial, pero hay que revisar. Podría ser inmadurez sicológica o enfermedad mental, en términos de que se engañó, se mintió. Hay muchas causales que valdría la pena revisar. Pero cuando una persona está ante otra que no es sana mentalmente y le está haciendo daño y la está llevando a un extremo de dolor, de tragedia, creo que tiene derecho a pensar en la separación.
-La infidelidad entonces sí cabría ahí...
La infidelidad muchas veces puede causar eso, pero es que no creo que la causal sea la infidelidad, puede ser mas bien la inmadurez sicológica al extremo. Ahí creo que es posible pensar en una anulación.
-¿Si un hombre le confiesa que es infiel, qué penitencia le pondría?
Eso pasa por el sigilo. Pero ten la certeza que no aplaudo a ningún cínico, a quien engaña o miente. El que se confiesa es porque está arrepentido y no lo quiere volver a hacer. La penitencia iría por ahí.
-Y a la mujer que acuda a usted llorando porque su esposo la engaña…;
Que enfrente el tema, que busque ayuda para solucionar el problema. Que no tenga miedo a tomar decisiones que van desde perdonar hasta decir ‘oye, ya no más’. Pero que no evite el enfrentamiento y que por mucho que duela, sea capaz de buscar la solución más sana y más idónea.
-¿Cuál es el peor error que se comete en las relaciones de pareja?
Casarse enamorados, eso es una desgracia. Las parejas deben casarse amando, que es distinto. El enamoramiento es la primera etapa, la de idealización del otro, creerlo perfecto. Amar es aceptar los defectos y virtudes del otro. Uno ama cuando reconoce que a pesar de que el otro tiene errores, me sigue gustando y lo prefiero. Las parejas se casan por el deseo de estar juntos, y eso muchas veces es pasajero, se necesita la decisión de amar de verdad.
-¿Si en sus manos estuviera casaría a dos personas del mismo sexo?
Soy respetuoso de esas tendencias, no sería capaz de juzgarlos, condenarlos ni hablar mal de ellos, pero tengo claro que el matrimonio, por lo menos el bíblico, es entre un hombre y una mujer. No sé si civilmente se podría lograr, al interior de la Iglesia no es posible como sacramento. No rechazo a esas personas, pero no podría casarlas.
-¿Cuál es su pecado más recurrente?
¡Vaya! Me estás pidiendo que me confiese, eso es muy complicado.
-Pero no imposible...
Soy un pecador, que quede eso claro en tu periódico. Que nadie se escandalice de que yo haya cometido pecados. Eso sí, lucho contra ellos. Me sacas de quicio y me encuentras, cada vez menos porque he madurado. Soy temperamental, me es difícil controlarlo, pero lo hago.
-¿Cuál es la tarea del ‘Día a día’ para el 2013?
Ser feliz y respetar a los otros. Me impacta la violencia del Twitter. Si usted pone esta entrevista y le pone foro, en minutos va a leer las locuras y las ofensas que dicen, porque la gente se volvió intolerante, incapaz de respetar al otro. Hay que expresar las opiniones sin maltratar al otro.