Evo Morales pide disculpas por patear a jugador de equipo de rival político en La Paz

“Lamento mucho mi reacción, pido disculpas al jugador, a los deportistas. Fue un error, el deporte es integración, pero después me di cuenta que era una trampa”, dijo el mandatario el jueves durante una rueda de prensa. Después de la falta que sufrió, Morales se acercó al jugador rival y lo derribó con un rodillazo por debajo del vientre y sin balón de por medio, en el partido con el equipo del alcalde de La Paz Luis Revilla. Esas imágenes dieron la vuelta al mundo. El arbitro no expulsó a Morales, como lo hizo con el jugador que había entrado a marcar al mandatario con los toperoles de frente. El mandatario dijo que reaccionó porque el jugador le insultó cuando le reclamó. “Yo no estaba con la pelota, era mi segundo toque a la pelota. Sin balón vino el planchazo, un planchazo que me sorprendió, quedó el sello de los toperoles” en la piel, explicó. Pero las imágenes de televisión muestran que la falta fue cometida con balón. Señaló que no es la primera vez que reaccionó de esa forma y recordó un pasaje de cuando era recluta en el cuartel y arrojó la sopa a un soldado que lo había ofendido. El palacio de Gobierno difundió el lunes un informe médico que constata una “laceración de piel a nivel de la cara anterior interna de la pierna derecha (de Morales), causada por una jugada brusca” y recomendó al mandatario un “reposo de tres a cuatro días”. El informe llegó a los medios después que las imágenes eran difundidas por YouTube. Morales es un fanático del fútbol, siempre juega con la camiseta de la selección y sus compañeros de equipo son funcionarios y miembros de su cuerpo de seguridad. Con el alcalde de La Paz eran aliados políticos hasta que en enero se distanciaron a raíz de las elecciones municipales que en La Paz fueron ganada por el partido de Revilla, el Movimiento Sin Miedo (MSM). Las diferencias se hicieron irreconciliables después que la Contraloría, dirigida por un miembro del partido de Morales, ordenara una investigación a Revilla, quien calificó el proceso como una maniobra política destinada a destituirlo.