Hace 25 años (para martes 06 de septiembre de 2011)

Sábado 6 de septiembre de 1986

La Costa año 2000: Piedra de toque de la planificación regional
Con el objetivo de conocer las proyecciones del desarrollo de la Costa Atlántica, la Cámara Junior de Colombia, Capítulo Cartagena, viene organizando para los días 26 y 27 de septiembre del presente año, el foro regional “La Costa Año 2000”el cual congregará a más de un centenar de dirigentes políticos, cívicos y gremiales de la Costa Atlántica, enderredor de la discusión del futuro desenvolvimiento de nuestros sectores productivos.
La iniciativa no ha podido ser más oportuna, en momentos en que nuestro litoral enfrenta a uno, de sus más grandes desafíos: el de dar respuesta a las múltiples incógnitas de un desarticulado desarrollo, a través de una planificación eficaz y equilibrada de los recursos naturales que posee en abundancia.
A parte de no ser un foro más de esos tantos que se realizan dentro y fuera de nuestro territorio costeño, tal parece que se constituyera en la piedra de toque de nuestra planificación del mañana.

Rafael Del Castillo y Compañía, 125 años de vida
En 1861, Cartagena era un ciudad norteña sin industrias, reducida exclusivamente al centro amurallado.
Sin embargo, era el epicentro de una naciente actividad importadora, que poco tiempo después constituyo una de las mas importantes del país, considerando que la nación a principios de siglo adolecía de una adecuada infraestructura de producción para el abastecimiento interno.
Los niveles de movilización eran escasos, pero con ello se dio inicio a una creciente actividad comercial, que posteriormente se expandió dando forma a lo que hoy se conoce.
De las primeras gestiones de esa época muchas desaparecieron sin dejar rastro, y otras se fundieron a organizaciones de origen diferente, o languidecieron lentamente, sucumbiendo a los periodos de depresión económica.
Sin embargo, lo que fue una gestión individual de poca monta, producto de la iniciativa de un hombre adusto de mirada penetrante, ha permanecido en esencia durante 125 años, perpetuándose en el tiempo.
Se trata quizá de la firma más antigua en la historia del país, fundada a finales del siglo XIX, por Rafael del Castillo, uno de los seis mil cartageneros que habitaban la fortificada ciudad.