Hilsaca era objetivo militar de las Auc

En su más reciente versión el comandante paramilitar Sergio Manuel Córdoba, alias El Gordo o Caracortada, confesó ante un Fiscal de la Unidad de Justicia y Paz en Barranquilla, que por no pagar una suma millonaria a las Autodefensas, el empresario Alfonso Hilsaca, conocido como ‘El Turco’, había sido declarado objetivo militar del frente que él manejaba junto con alias Amaury. Señaló que por su renuencia a colaborar con las Auc, en el 2001 se le hurtó a Hilsaca una camioneta 4x4 nueva, en inmediaciones del peaje de El Carmen de Bolívar, la cual fue entregada a Salvatore Mancuso en Montería. El ex paramilitar reconoció en audiencia de versión libre, del jueves 19 de noviembre en Barranquilla, haber atentado contra Clara Acosta, esposa de Alfonso Hilsaca, en represalia porque éste se negó a entregarles $50 millones. “Nosotros teníamos planeado secuestrar a la mujer de ‘El Turco’, porque éste señor nos echaba la Infantería y se negaba a pagarnos por tener negocios en la zona”, dijo Caracortada, quien comandaba la estructura paramilitar de los Montes de María. El procesado sostuvo que el intento de secuestro ocurrió el 29 de octubre de 2001 en Manga. “No pudimos secuestrarla porque un escolta respondió con disparos”, dijo. Aseguró que a pesar de que uno de los escoltas había acordado con varios paramilitares abstenerse de repeler el ataque para facilitar el rapto, los otros se enfrentaron con los “paracos” y lo evitaron. Según alias “El Gordo” el objetivo del secuestro de la esposa de Hilsaca era obligarla a decir qué propiedades tenía su marido para robarlos y posteriormente venderlos, ya que se rehusaba a pagar. Además –continúa- se le exigiría una fuerte suma por la liberación de la mujer. Ante la frustración del secuestro la orden fue buscar al escolta de la esposa de Hilsaca que ofreció colaborarle y matarlo por haberlos traicionados. Debía colaborar Sobre la solicitud de dinero a Hilsaca, asegura que esta obedecía a que él tenía contratos de obras en la zona de influencia de paramilitares y por eso debía colaborar con ellos. “Una vez nos mandó a decir que prefería enfrentarse con nosotros que darnos un peso y por eso lo declaramos objetivo militar. Después nos enteramos que era él quien a cada rato nos echaba a la In-fantería, porque varios militares nos informaban, esto nos trajo grandes inconvenientes”, sostiene. Atentar contra Hilsaca Continuando con su relato, alias El Gordo señaló que a Hilsaca se le hizo constante seguimiento en Cartagena para atentar en su contra, “pero él tenía muchos escoltas y era custodiado hasta por la Policía y así era muy difícil darle”. Confesó que en esa época el empresario nunca salió de Cartagena, “ donde siquiera llega a Turbaco le hubiéramos dado de baja…;a nosotros nos dijeron que él (Hilsaca) le había puesto precio a nuestra cabeza ante los organismos del Estado, algunos dicen que tuvo que ver con mi captura, pero no he podido saber si fue así”.