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Japón: soldados japoneses y de EE.UU. buscan cuerpos de desaparecidos

AFP

01 de abril de 2011 07:38 AM

La macabra búsqueda comenzó poco después de que el gobierno revelara que un alto nivel del radiactivo yodo 131 fuese detectado en una napa de agua a 15 metros de profundidad bajo la central nuclear accidentada de Fukushima
Este nivel es “10.000 veces superior” al límite de seguridad establecido por el gobierno, dijo a la AFP un portavoz de TEPCO, la empresa operadora de la central. 
Mientras siguen luchando con la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, los japoneses hicieron una pausa a las 14H46 (05H46 GMT) para recordar el momento en que el terremoto y el tsunami golpearon al país el 11 de marzo, dejando cerca de 28.000 personas muertas o desaparecidas. 
En la búsqueda de los cuerpos, las tropas japonesas y estadounidenses desplegaron 120 aviones y helicópteros y 65 navíos a lo largo de la costa noreste, donde casas, barcos, autobuses y trenes yacen aún dispersos bajo el fango. 
Un total de 24.000 militares de los dos países aliados participan en esta masiva operación que debe durar tres días, según la prensa japonesa. 
“Vamos a concentrarnos en las costas, las desembocaduras de los ríos y los territorios aún cubiertos por el agua del mar”, explicó un oficial de las Fuerzas Japonesas de Autodefensa, como se llama el ejército nipón. 
“Los cuerpos que el mar se llevó se hundieron, pero deben salir a la superficie en algunas semanas”, añadió el portavoz. 
Las búsquedas no podrán hacerse sin embargo en un perímetro de 30 km en torno a la central accidentada de Fukushima Daiichi, donde el nivel de radiación es peligroso. 
Unos mil cadáveres que yacen en la zona de evacuación en torno a la central de Fukushima no han podidos ser recogidos, informaron el viernes los medios de prensa. 
Las autoridades habían previsto en un primer momento recuperar y sacar esos cadáveres fuera del perímetro de 20 km de donde fueron evacuados los sobrevivientes, pero luego reconsideraron ese plan, precisó la agencia Kyodo citando fuentes policiales. 
Los cadáveres, en efecto, han quedado sometidos “a fuertes niveles de radiaciones post mortem”, indicó una de esas fuentes, no identificada, por lo que la policía local, en consecuencia, decidió no recogerlos. 
Diversos problemas se plantean: descontaminar los cuerpos en el lugar hará aún más difícil su identificación posterior, y entregarlos tal cual están a sus familias acarrearía riesgos de contaminación radiactiva aérea durante su incineración, según la agencia de prensa Kyodo. 
El primer ministro japonés, Naoto Kan, debe pronunciar un discurso a la nación y luego viajar el sábado al devastado puerto de Rikuzentakata y a la base donde centenares de personas de los equipos de emergencia luchan, corriendo grandes riesgos, para impedir una catástrofe nuclear. 
En la central atómica de Fukushima, de donde se escapa radiactividad, los técnicos están listos para rociar una resina sobre los escombros de los edificios de los reactores, como parte de los esfuerzos destinados a controlar la situación. 
El impacto sobre el medio ambiente ha ido empeorando, con altos niveles del radiactivo yodo 131 detectado en una napa de agua a 15 metros de profundidad bajo el reactor número uno. 
En las muestras de agua de mar recogidas a 300 metros al sur de la central, el nivel de yodo radiactivo era 4.385 veces superior a lo legal, indicó el jueves TEPCO. 
La contaminación radiactiva, que ha causado ya la parálisis de las exportaciones nacionales de vegetales, productos lácteos y otros alimentos en ocho prefecturas, se ha propagado a la carne. 
El análisis de una muestra de carne tomada en la población de Tenei, de la prefectura de Fukushima, a unos 70 km de la central nuclear, ha arrojado un nivel de 510 becquerels de cesio radiactivo, superando el límite de 500 becquerels, según las autoridades. 
El gobierno ha asegurado al público que la contaminación en el agua y los alimentos no han alcanzado niveles que representen un peligro inmediato para la salud. 
“La AIEA nos ha informado que el nivel de radiación en el suelo superaba los límites previstos por ella y nos ha pedido seguir de cerca la situación en base a esas informaciones”, declaró el portavoz del gobierno japonés, Yukio Edano. 
Japón ha resistido a la presión de la Agencia Internacional de Energía Atómica para que amplíe en 20 km la zona de evacuación en torno a la central de Fukushima, sobre todo desplazando a los habitantes de la población de Iitate, a 40 km de la planta atómica. 
En Ititate, de los 6.000 residentes habituales, unos 3.800 permanecían aún allí el jueves, dijo un funcionario local, Takashi Kobayashi, contactado por teléfono. 
“Hemos sido advertidos de los altos niveles de radiación detectados, pero los residentes piensan que es mejor permanecer en el pueblo. No pueden permanecer en casa de familiares durante mucho tiempo y necesitan atender a sus rebaños”, añadió.

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