Las mujeres de Nueva Delhi, quieren defenderse de las violaciones

Casi tres semanas después de una intensa cobertura mediática sobre la bárbara violación y las torturas que causaron la muerte de una estudiante en Nueva Delhi, las mujeres de la capital india dicen que tienen más miedo que nunca, un sentimiento que beneficia a los cursos de autodefensa. 
Hace tiempo que Nueva Delhi es considerada “la capital de la violación en India” -esta ciudad registró en 2011 más del doble de los casos de agresiones sexuales que en Bombay- y las mujeres tienen mucho más cuidado que en otras partes cuando se desplazan de noche o en el transporte público. 
Sin embargo, el caso de la violación colectiva y la golpiza con barras de hierro que sufrió una estudiante de 23 años en un autobús, el 16 de diciembre pasado, aumentó el sentimiento de inseguridad de las mujeres. 
Durante los días posteriores a esa agresión, el profesor de autodefensa Anuj Sharma recibió numerosos llamados de mujeres que querían tomar cursos en su centro, el Invictus Survival Sciences, situado en el sur de Delhi. 
“Hay un claro incremento del número de pedidos de servicios como un entrenamiento para defenderse”, dijo Sharma a la AFP durante un curso en el vestíbulo de una escuela, confirmando comentarios similares de otros expertos en artes marciales que trabajan en Nueva Delhi. 
“Este horrible caso obligó a muchas personas a considerar que ya no podían relegar a segundo plano la cuestión de la seguridad. Para ellas la autodefensa es una prioridad”, sostuvo. 
Smriti Iyer, una estudiante de la misma edad que la víctima del autobús, dijo que había comenzado a venir a los cursos de Sharma para protegerse mejor y su iniciativa interesó a sus amigas. 
Sharma enseña las bases de la autodefensa, mostrando fundamentalmente como liberarse de un atacante y dejarlo fuera de combate con un puñetazo o una patada bien colocada. 
“Creo que las mujeres siempre supieron que debían tener cuidado, pero después de esta agresión, muchas personas de mi edad realmente comenzaron a tomarlo en serio”, afirmó Smriti Iyer. 
Según los comerciantes, las ventas de aerosoles de pimienta se dispararon. Las mujeres jóvenes dicen también que sus allegados se preocupan más que antes por su seguridad. Un diario señaló la semana pasada que algunas mujeres habían perdido una autorización de porte de armas. 
Ashima Sagar, una vendedora de 22 años que toma el metro “relativamente seguro” gracias al compartimiento reservado durante la noche para las mujeres, señala que su madre se ha vuelto casi paranoica. 
“Yo parto de mi trabajo hacia las nueve de la noche. Después de ese incidente, aunque sólo tenga diez minutos de atraso, mi madre se angustia y me llama para saber si estoy bien”, confiesa. 
Algunas empresas en el sector de la subcontratación, como los centros de llamadas telefónicas, también comenzaron a reforzar la seguridad para el personal femenino que tiene horarios nocturnos. 
Mientras la preocupación aumenta en esta ciudad de 16 millones de habitantes, hay personas que condenan la falta de protección por parte de los poderes públicos. 
“¿Por qué deberíamos vivir en una sociedad donde cada mujer debe ser responsable de su propia seguridad? Lo que realmente necesitamos es un sistema que nos proteja”, sostiene Ranjana Kumari, del Centro de Investigación social, cuya sede se encuentra en Nueva Delhi. 
Sin embargo, las estadísticas muestran que las técnicas de autodefensa deben servir sobre todo para protegerse de un miembro de la familia o de un vecino, pues 95% de los presuntos atacantes en casos de violación eran conocidos de la víctima. 
En 2011, 24.206 casos de violación fueron contabilizados en India, según la Oficina Nacional del Crimen, pero esas cifras sólo muestran muy parcialmente la realidad, de acuerdo con los observadores. 
De esas cifras, Nueva Delhi registraba 17% de los casos, en comparación con 8,6% en Bombay.