Cada vez son más graves las conductas delictivas de parte de menores de edad en Cartagena. La venta de drogas y la participación en ho-micidios hacen parte de los delitos que han aumentado este año. Pese a que los índices de ingresos de jóvenes a la Asociación para la Reeducación de los Menores del Departamento de Bolívar, Asomenores (considerado la cárcel de los niños), han bajado considerablemente desde que empezó a regir el nuevo sistema penal para adolescentes en junio de este año, no quiere decir que la comisión de delitos por parte de éstos haya bajado; al contrario, ahora son menos los menores “castigados” ó sometidos a un proceso reeducativo. La baja de ingresos debido a la nueva ley se muestra desde junio. De un promedio de 140 que se manejan mensual de enero hasta mayo de este año. De junio a octubre y en virtud a la legislación en vigencia ingresaron sólo 110 jóvenes al centro de reeducación. En total hasta octubre iban 761 menores han llegado a Asomenores. Y cada vez son menos los jóvenes que llegan a Asome-nores, pues a juicio de la directora(e) de la institución, María Isabel Rodríguez Uri-be, la nueva ley no permite el ingreso de menores de 14 años, quienes quedan bajo la potestad de una defensor de familia. En la mayoría de los casos éstos vuelven a sus casas y puestos a órdenes de sus padres, con los cuales algunos no cuentan. En virtud de esa nueva legislación, 36 jóvenes están en detención preventiva; 17 están sometidos a atención especializada y 5 tienen libertad vigilada. Antes de esa ley, la situación se triplicaba en cada proceso. Un sistema penal escaso Según las conclusiones que hace Asomenores, los menores que hacen parte de familias disfuncionales son vulnerables y se ven inmersos en hechos delictivos, pero el nuevo sistema penal los de-vuelve a ellas una y otra vez hasta que cumplen los 14 años y puedan ser sujetos de sanciones. Después de los 14 años son remitidos a centro de atención especializada como Asomenores, donde por el poco tiempo que los jueces de menores les imponen no se logra la reeducación espe-rada y vuelven a su ambiente dañino y en lugar de con-cretarse la resocialización que plantea el Sistema de Res-ponsabilidad Penal para Adolescentes van avanzando en la escala de delitos hasta terminar como responsables de homicidios, secuestros, extorsiones u otras quizás más graves. Más desadaptados Para la directiva de Aso-menores lo más preocupante no es que queden mucho más niños en la calle sin ser sometidos a un proceso de reeducación, sino que los que han sido cobijados con la nueva ley penal llegan a la institución totalmente desadaptados o con graves problemas mentales. Y es por el lamentable estado de desadaptación en que llegan, que la directora (e) de Asomenores considera que urge la implementación de centros especializados de para menores infractores, en los que éstos sean sometidos a intensos procesos de desintoxicación, pues el alto porcentaje de niños que han ingresado este año llegan en lamentables condiciones por el uso indiscriminado de drogas. Casi el 77%, del total de jóvenes que han logrado ingresar admitieron consumir drogas de toda clase, mientras que el resto lo niega. Ante la alta peligrosidad que representan algunos menores ha obligado a Asomenores a incrementar su seguridad en sus sedes (barrio Zaragocilla y Turbaco), pues no han faltado los problemas y las rencillas inter-nas, en las que inclusive han salido heridos instructores de la institución. Las cifras alertan Según las estadísticas de Asomenores, del total (654 hasta junio), 296 menores de edad han pasado por Asomenores por consumo, porte o venta de drogas; 34 por porte ilegal de armas, 249 por hurto o afectación a la propiedad privada, 6 por delitos sexuales y 72 por casos de homicidios. Las cifras de Asomenores los últimos 10 años revelan que la comisión de delitos como homicidios y venta de drogas por parte de menores era relativamente baja. De la cantidad de infrac-tores juveniles presentada este año, 396 llegaron a la primaria, 18 culminaron bachillerato, 46 son iletrados y 197 cursan secundaria. Del total, 352 residen con ambos padres, 27 viven en la calle, 194 solo con la madre, 18 con sus parejas y 63 con el padre. Castigar al adulto Delitos como el porte de armas y estupefacientes, el hurto y el homicidio son los que con más frecuencia cometen los menores. En muchos casos son utilizados por adultos que aprovechan que a cierta edad son inimputables, que se le miden a todo sin importarles las consecuencias y que cobran poco. A juicio de la Policía, muchas bandas delincuenciales que operan en Cartagena utilizan a menores de edad. Por eso, considera recomendable endurecer los castigos contra los adultos que utilizan a los jóvenes para estas actividades. La Policía estima que unos 15.000 muchachos están inmersos en bandas. Además, buena parte de los robos y homicidios por con-trato son cometidos por adolescentes. Se ha llegado a estimar que el 35% de los sicarios son menores. Los pasados de edad Como uma situacion muy preocupante, ingresaron 77 mayores de edad en el lapso de abril a mayo de este año, los cuales se hicieron pasar por jóvenes previendo que con ello obtendían mejores beneficios. Ante esto la institución reclama más la atención de autoridades como la Policía al momento de determinar la edad de los infractores.
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Menores cometen delitos cada vez más graves
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