Los miles de opositores que llevan congregados varios días en la plaza Tahir (Liberación) enfrentaron a los simpatizantes de Mubarak que el jueves los atacaron con bombas incendiarias, machetes y trozos de pavimento.
Tras un enfrentamiento de varias horas, los casi 10.000 manifestantes antigubernamentales expulsaron a sus adversarios y mantuvieron el control de la plaza y calles aledañas, donde realizan su protesta en forma pacífica.
Algunos de los opositores bailaron y cantaron, mientras otros yacían agotados, dormían o tomaban te en el centro de la plaza que quedó con numerosos escombros, mientras su número seguía creciendo y recibían apoyo con alimento y medicinas.
“Gracias a Dios, logramos proteger toda la zona”, dijo Abdul-Rahman, un taxista que se identificó sin su nombre completo y que estaba entre las miles de personas que resguardaban los accesos a la plaza. “Impedimos que la gente favorable a Mubarak irrumpiera en las calles que llevan a la plaza”.
Al menos ocho personas han muerto y unas 900 fueron heridas en los dos días de enfrentamientos en la plaza y sus alrededores, que son el eje de la protesta que comenzó el 25 de enero y el viernes llegó a 11 días.
Muchos de los manifestantes contra el gobierno tenían gasas y vendajes en rostro, brazos y piernas.
El movimiento opositor, en la página que tiene en Facebook, convocó a sus partidarios a reunirse al mediodía del viernes en todas las plazas de Egipto “para poner el último clavo en el ataúd del régimen y declarar la victoria de la revolución del 25 de enero”.
El viernes es fin de semana en Egipto y millones de personas asisten a las oraciones del mediodía en miles de mezquitas.
Las turbas de simpatizantes del gobierno golpearon también el jueves a periodistas y defensores de los derechos humanos con palos y puños, mientras las autoridades aprehendieron a periodistas.
El Comité para la Protección de los Periodistas dijo que 24 reporteros fueron detenidos en las últimas 24 horas, incluidos representantes de los diarios The Washington Post y The New York Times. En total, 21 comunicadores fueron atacados. Un informador griego fue herido en una pierna con un destornillador.
La cadena de noticias árabe Al Arabiya pidió al ejército que protegiera sus oficinas y a los periodistas. La televisora Al Yazira reportó que cuatro de sus corresponsales fueron atacados. El director editorial de BBC para el extranjero dijo que las fuerzas de seguridad confiscaron equipo de la cadena en un hotel para impedir que transmitieran.
La policía militar irrumpió en las oficinas de un grupo defensor de los derechos humanos egipcio y arrestó a por lo menos 30 activistas, incluidos dos del organismo londinense Amnistía Internacional, dijo el portavoz de éste, Tom Mackey. Human Rights Watch, con sede en Nueva York, manifestó que uno de sus miembros estaba entre los arrestados.
El portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs criticó los ataques “sistemáticos” contra periodistas y el Departamento de Estado de Estados Unidos los describió como una “campaña intimidatoria concertada”.
“Creo que necesitamos dejar claro que el mundo está observando las acciones que ocurren en estos momentos en Egipto”, dijo Gibbs.
Mientras tanto, el gobierno de Obama sostiene conversaciones con altos funcionarios egipcios sobre la posibilidad de que Mubarak renuncie inmediatamente y que se forme un gobierno interino, dijeron el jueves funcionarios estadounidenses. Las pláticas fueron reportadas originalmente por The New York Times.
Entre las opciones tratadas hay una propuesta para que Mubarak dimita de inmediato y entregue el poder a un gobierno de transición encabezado por el vicepresidente, Omar Suleiman.
Mubarak, de 82 años, dijo en una entrevista con la cadena ABC que estaba harto y que quería renunciar, pero no que lo hacía por temor a que el país se hundiera más en el caos. “No quiero ver a egipcios peleando entre sí”, dijo.
La página que el movimiento opositor tiene en Facebook convocó a sus partidarios a reunirse al mediodía del viernes en todas las plazas de Egipto “para poner el último clavo en el ataúd del régimen y declarar la victoria de la revolución del 25 de enero”.
El viernes es fin de semana en Egipto y millones de personas asisten a las oraciones del mediodía en miles de mezquitas.
En tanto, el éxodo de extranjeros continuaba y la ONU ordenó la evacuación de una gran parte de su personal. El vicepresidente Suleiman dijo que un millón de turistas extranjeros han salido del país, lo que le ha costado al país 1.000 millones de dólares en ingresos perdidos en uno de los sectores más importantes de Egipto.
Los corresponsales de The Associated Press Hadeel al-Shalchi, Sarah El Deeb, Hamza Hendawi, Diaa Hadid, Lee Keath y Michael Weissenstein contribuyeron en la información.
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