El periodista independiente Guillermo Fariñas continuó la huelga de hambre y sed que dura ya ocho días, tras ser atendido en hospitales de Santa Clara (centro) por un shock hipoglicémico, informó telefónicamente su madre, Alicia Hernández. “Va a continuar su huelga, yo quisiera que no, pero él es así”, dijo Hernández, enfermera jubilada, quien lo acompañó a los dos hospitales donde fue atendido, tras un desmayo por un shock hipoglicémico. Fariñas, periodista independiente de 48 años, sicólogo de profesión, comenzó la huelga el 24 de febrero, un día después de la muerte del también huelguista, el preso político Orlando Zapata, en petición de la libertad de 26 presos políticos en mal estado de salud. En el hospital Celestino Hernández “le hicieron una serie de investigaciones, placas de tórax, electrocardiograma, glicemia, hemograma, entre otras, le pusieron un catéter y por ahí le empezaron a introducir dextrosa y bastante líquido, y lo fueron sacando de ese estado”, explicó la madre. Después fue trasladado en ambulancia al hospital provincial Arnaldo Milián de Santa Clara (280 km al este de La Habana), “donde le volvieron a suministrar dextrosa y pasó unas dos horas en observación”, añadió. Ahora “se siente con dolor en el cuello, cefalea, dolor lumbar, y en las articulaciones, hay que ayudarlo a moverse, está muy débil”, situación que no le permite atender llamadas telefónicas, según su madre. Mulato, alto y muy delegado tras más de 20 huelgas de hambre en los últimos años, Fariñas fue encarcelado en tres ocasiones por motivos políticos. Antes de estudiar sicología, cursó academias militares, perteneció a las tropas de élite de Cuba y participó por 11 meses en la guerra de Angola en los años 80. Cuba niega la existencia de presos políticos y disidentes en el país, a quienes califica de “mercenarios” al servicio de Estados Unidos. “Se pretende presentar a mercenarios como patriotas, a agentes pagados por los Estados Unidos en territorio cubano como disidentes”, dijo el canciller Bruno Rodríguez, al hablar en esta jornada ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
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