Presidente entrega ayudas a víctimas

La primera en subir al estrado fue Berta Rodríguez. En ese momento los recuerdos del crimen de su hijo, Aurelio Vizcaíno ocurrido en 1991 en la zona bananera, se agolparon en su mente. Tenía ahora en sus manos un cheque entregado por el presidente Álvaro Uribe para reparar el parte el dolor que aún los años no han logrado sanar. Luego el turno fue para Teófilo Racinis Ortiz. También fue indemnizado por el crimen de su hijo Deibys, quien fue asesinado por las autodefensas en El Carmen de Bolívar. La lista siguió con Germán Gregorio Doria, víctima del secuestro en Sucre, y terminó con Heriberto Camacho, quien subió lentamente a buscar el dinero con el cual compensaría en mínima parte la pérdida de su pierna derecha en el Carmen de Chucurí. Todos ellos forman parte de la lista de 279 personas de los departamentos de Córdoba, Sucre, Magdalena y Bolívar a las que ayer les entregaron indemnizaciones solidarias por valor de 2 mil 041 millones de pesos. El evento se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de Montería con la presencia, además del primer mandatario, del viceministro de Justicia, Miguel Ceballos; el presidente de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Eduardo Pizarro Leongómez, y la representante de víctimas de la Comisión, Patricia Pardo, además de las autoridades locales y departamentales. Sin intermediarios “Yo quiero recordar que los desplazados, las víctimas, no necesitan intermediarios. Hay que hacer el anuncio, repetirlo una y otra vez, indicó Uribe Vélez tras conocer que hay abogados pidiendo gruesas sumas de dinero por hacer los trámites correspondientes. De igual forma sostuvo que este año se invertirán 100 millones de dólares en la reparación de víctimas y planteó que aunque el dinero no es suficiente para calmar el dolor ayuda a que ese dolor no se convierta en odio y venganza. Pidió adelantar esfuerzos en aras de lograr la reparación de más víctimas pero insistió en que se debe hacer ajustados a las realidades fiscales del país pues una ley de víctimas con excesos se convierte en un engaño a la gente. “En nombre de la reparación se obtienen muchos aplausos y eso todo desemboca en una gran frustración porque se hace imposible”, sostuvo el mandatario. Una ceremonia con luces de esperanza antecedió la entrega de los recursos.