Colombia


Revista Cambio revela posible corrupción en Etesa

EL UNIVERSAL

16 de enero de 2010 12:01 AM

La revista Cambio publicó una serie de hechos supuestamente irregulares ocurridos en Etesa (Empresa Territorial para la Salud) –entidad encargada del control y operación de juegos y apuestas en el país–, en los que presuntamente participó, de manera indirecta, el presidente del Congreso de la República, Javier Cáceres Leal. La revista publicó dos casos: uno de un mesero y el otro de un taxista, en cuyas cuentas bancarias se manejaban sumas millonarias. A juicio de Cambio, los movimientos de sus cuentas comenzaron a ser investigados en junio del año pasado, cuando detectives comisionados por la entonces fiscal 304, Claudia Esther Pérez Duarte, destacada ante el DAS, establecieron que las dos personas hacían parte de un grupo que cobraba comisiones para que empleados de Etesa movieran las jugosas sumas que le sacaban a operadores ilegales de casinos, máquinas tragamonedas y juegos de suerte y azar, a cambio de permitirles funcionar en forma clandestina. Alexánder Gómez Stevenson, entonces delegado de Etesa para los departamentos de Santander, Norte de Santander, Cesar y Vichada, apareció como una de las cabezas visibles de la operación ilegal. Gómez fue llevado al cargo por la entonces gerente de Etesa, Mery Luz Londoño, cuota del hoy presidente del Congreso, Javier Cáceres, y de quien recibía instrucciones por celular. “Lo que encontramos fue vergonzoso –le dijo a Cambio uno de los investigadores–. Por medio de las líneas celulares 3145724571 y 3202304475 eran impartidas instrucciones sobre a quién y cuánto cobrar, y sobre el destino del dinero. Hubo meses en que los cobros ilegales alcanzaron los mil millones de pesos. Los operadores clandestinos pagaban sin problema y todos ganaban en esa red de corrupción”. Más vinculados En la medida en que avanzaba la investigación, fueron apareciendo nuevos nombres de comisionistas que prestaban sus cuentas para las operaciones más grandes. “Uno de ellos tenía un nombre que parecía hecho para la ocasión: Carlos Javier Cuentas Martínez, relata un investigador. Era uno de los que más dinero movía y los secretos que nos revelaría su celular, el número 3145724571, nos llevó al convencimiento de que el asunto era más grande de lo que creíamos y que estaban comprometidos algunos personajes de mucho más peso que los mandos medios que teníamos en la mira”. Mientras los investigadores del DAS analizaban y cruzaban información de las centenares de conversaciones telefónicas interceptadas, la Fiscalía advirtió que otra fuga de información, esta vez hacia la propia Etesa, comenzaba a afectar la investigación. Según una fuente del organismo investigador, curiosamente Londoño comenzó a anticiparse a los requerimientos de la Fiscalía y cuando una comisión del DAS fue enviada a inspeccionar las oficinas de la entidad, los documentos que figuraban en las órdenes de trabajo de los detectives aparecían como por arte de magia, pero su contenido simulaba mal su apariencia de legalidad. Por ejemplo, las actas de inspección indicaban que las visitas a los operadores ilegales habían sido rigurosas y hasta anticipaban sanciones, pero las grabaciones de las conversaciones y las coletillas de las consignaciones probaban lo contrario: arreglos millonarios por debajo de la mesa. En julio de 2009, la investigación depararía una sorpresa mayor: en por lo menos 32 de las conversaciones telefónicas analizadas y transcritas salió a relucir el nombre del senador Javier Cáceres. En cuatro de ellas es mencionado con nombre y apellido, y en las demás sólo como Javier, pero en un contexto que indica que se trata de él mismo. En las conversaciones el hoy Presidente del Congreso figura como el que ha dado instrucciones sobre transferencias de dinero. Ante la Corte El asunto llegó a oídos de la Corte Suprema de Justicia, que pidió a la Fiscalía que le remitiera copia de las piezas del expediente que de alguna manera vinculaba al congresista con el espinoso asunto. En principio, el material serviría para la apertura de una indagación preliminar contra el Presidente del Congreso, pero hoy, seis meses después de tener la información en sus manos, la Corte no ha tomado decisión alguna en relación con Cáceres, el congresista que ha hecho buena parte de su carrera política con denuncias de corrupción. RECUADRO Versión de Cáceres El presidente del Congreso, Javier Cáceres, niega tener en Etesa, como lo advierten críticos de su gestión, una jugosa tajada del ponqué burocrático, y rechaza –dice Cambio– lo que no le creen ni sus más cercanos amigos: que fue él quien llevó a Mery Luz Londoño al cargo. Cáceres tiene su propia versión de los hechos. Según él, es cierto que la Corte Suprema de Justicia abrió la indagación, pero asegura que lo hizo por iniciativa suya. “Cansado de oír en los medios que la cuota de Etesa es mía y que yo tuve que ver con los problemas de corrupción que se presentaban allí, pese a que fui uno de los principales denunciantes, le pedí a la Corte que me investigara”, asegura el Presidente del Congreso que, de comprobarse su participación en hechos tan escandalosos, quedaría obligado a dar explicaciones, como las que les exige en los debates públicos a funcionarios que son blanco de sus acusaciones, plantea la revista. El congresista, miembro de Cambio Radical, le dijo a Cambio, pero sin precisar cómo las obtuvo, que tiene más de 1.500 horas de grabación y que en ninguna es mencionado su nombre, y afirmó: “Tampoco es justo que quieran vincular mi nombre con el de Mery Luz Londoño, sólo porque los dos somos cartageneros”. Miembros del equipo que adelantó la investigación sostienen que varias pruebas clave han desaparecido en forma misteriosa, que la cadena de custodia de la prueba se rompió y que lo que queda del proceso duerme el sueño de los justos en el despacho del nuevo fiscal 304 destacado ante el DAS. RECUADRO 2 “Es un refrito” El Universal consultó al presidente del Senado, Javier Cáceres Leal, sobre los señalamientos que se hacen en su contra en la más reciente edición de la revista Cambio. El congresista bolivarense calificó como un “refrito” la denuncia que hace Cambio, ya que, asegura, esto se ha ventilado a través de otros medios de comunicación, además de que desde el 2007 él mismo ha venido haciendo denuncias ante los organismos de control por presuntas irregularidades en Etesa. Recalcó que en diferentes oportunidades ha dicho que sí es amigo de Mery Luz Londoño, pero que ella no es “cuota” suya, sino que llegó a Etesa después de hacer parte de una terna para la Contraloría General y, al no quedar, el presidente Uribe la nombró en Etesa. Así pues, Cáceres Leal considera que si éstas son las grabaciones “más graves”, como lo hacen ver, es entonces “un chiste porque ahí no hay nada ilegal ni tienen valor frente a la justicia”. Agrega que en lo ético y lo moral, él le está dando la cara al país. Agrega que estos argumentos fueron los mismos que usó al ser consultado por la W Radio, a la que presentó pruebas de las denuncias hechas por él, que –complementa– son los verdaderos casos de corrupción en Etesa. El Universal igualmente intentó comunicarse por teléfono con Mery Luz Londoño, pero no fue posible obtener su versión sobre este asunto.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS