Sepultan a Rodney King, símbolo de los disturbios raciales de EE.UU.

Rodney King, cuya golpiza a manos de la policía protagonizó a inicios de los años 90 uno de los peores incidentes raciales de la historia de Estados Unidos, fue sepultado el sábado en Los Angeles, dos semanas después de su muerte.
El reverendo Al Sharpton, defensor de los derechos de los negros, calificó a King de "símbolo del perdón" antes de su funeral, celebrado en el cementerio Forest Lawn-Hollywood Hills, al norte de la ciudad.
"La gente no debería ser juzgada por los errores que comete, sino por la forma en que los supera", añadió el religioso, quien aseguró que "Rodney había superado sus errores. Él nunca se burló de de nadie, ni de la policía, ni del sistema judicial".
"Se volvió un símbolo del perdón", dijo antes del funeral, al que también asistió Laura Dene King, una de las hijas del difunto, quien recordó a su padre como un "amable gigante".
"Recordaré su sonrisa, su amor incondicional (...) Él era un gran padre, un gran amigo, él amaba a todo el mundo. La gente sólo deberá sonreír al recordarlo", dijo la chica de 28 años.
King fue encontrado muerto a los 47 años en su piscina en la mañana del 17 de junio.
El capitán de policía de Rialto, Randy Deanda, dijo a la AFP que King fue encontrado "inconsciente" en el fondo de su piscina y declarado muerto poco después en un centro médico del lugar, a las 6:11 a.m. (hora local).
"Preliminarmente, no parece haber signos de violencia", agregó Deanda, quien señaló que la policía estaba investigando la muerte por ahogamiento y que forenses realizarían la autopsia.
La cinta de 10 minutos, que muestra a Rodney King recibiendo 56 golpes de porra en la cabeza, los brazos y las rodillas y muchas patadas, dio la vuelta al mundo. Este incidente se convirtió en uno de los casos más mediáticos de abuso de la fuerza por parte de la autoridad.
Los cuatro oficiales involucrados fueron juzgados por uso excesivo de la fuerza, pero fueron absueltos el 29 de abril de 1992, por un jurado compuesto por diez blancos, un hispánico y un asiático.
Poco después del anuncio del veredicto, 100.000 personas salieron a la calle en una manifestación que degeneró rápidamente en una inusual ola de violencia, en el barrio de South Central, habitado principalmente por negros.
"¿No podemos convivir juntos?", se preguntó King entonces ante la televisión, pero hizo falta la intervención de los militares para poner fin a los disturbios, en que murieron 50 personas y se produjeron pérdidas por 50.000 millones de dólares.