Del primero al 24 de diciembre, en Colombia se han registrado 403 casos de ciudadanos quemados con pólvora, reveló el Instituto Nacional de Salud.
Del total de víctimas, 211 son menores de edad, es decir un 52,3%.
Los departamentos en los que más lesionados ha habido son Antioquia, Quindío, Valle del Cauca, Caldas, Norte de Santander, Risaralda, Bogotá y Cauca; los cuales acumulan 305 casos.
En Cartagena, se han registrado tres casos y también las víctimas son niños.
“Todavía queda una semana de celebración decembrina, esperamos que las familias colombianas actúen con prudencia y no permitan la manipulación de pólvora por parte de personas inexpertas y menos por niños u adolescentes. Hacerlo es una irresponsabilidad que ha dejado muchas víctimas y ha empañado la alegría de cientos de hogares”, manifestó Marcela Varona Uribe, Directora General (e) del Instituto Nacional de Salud (INS).
Las consecuencias
La lesión por quemaduras implica riesgos que ponen en peligro la vida. A diferencia de las heridas por trauma penetrante, la herida por quemaduras tiene una apariencia inicial inocente que puede confundir al médico, explica Ricardo Ferrada, jefe de la unidad de quemados del Hospital Universitario del Valle (Cali).
“Con la quemadura se inicia una cascada de eventos muy difícil, y en la mayoría de los casos imposible de detener. El Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémico (SRIS), la disfunción múltiple de órganos y su posterior falla así como las infecciones, son todas consecuencias de una quemadura muy severa o una quemadura que sin ser severa es mal manejada desde el inicio. En las quemaduras de la vía aérea y las quemaduras por inhalación, los acontecimientos pueden ser aún más dramáticos y con un desenlace muy rápido”, describe el manual de manejo de urgencias del Instituto Nacional de Salud.
Para lograr un buen resultado es determinante un manejo inicial ajustado a un estricto protocolo.
Clasificación
Las quemaduras de piel se clasifican en grados, de acuerdo con la profundidad, en la siguiente forma:
Grado I. Quemaduras por exposición solar, en que solo se compromete la epidermis, con descamación en los siguientes 7 y 10 días, y no quedan cicatriz ni cambios de pigmentación.
Grado II. La lesión compromete profundidades variables de la dermis; cuando son superficiales se denominan Tipo A y cicatrizan en un plazo inferior a 14 días, sin secuelas importantes. Cuando destruyen una parte importante de la dermis, las
Tipo B, la cicatrización se produce después de 18 días y la cicatriz es de mala calidad, con hipertrofia, queloide, hiper o hipopigmentación y retracciones.
Grado III. La lesión destruye toda la dermis, y no deja restos dérmicos o epidérmicos suficientes para permitir la epitelización. La cicatrización se produce por segunda intención, y la epitelización solo alcanza 1 a 2 cm desde el borde de piel sana.
Para una epitelización completa se requiere desbridar hasta obtener tejido de granulación e injertar.
Grado IV. Implica destrucción de músculo o estructuras óseas. Generalmente son producidas por electricidad.
Colombia
Van 403 quemados por pólvora en el país durante diciembre
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