Cuando han transcurrido 46 partidos del Mundial de Fútbol Sub-20, la seguridad en torno de este certamen orbital ha sido altamente satisfactoria.
“Cero incidentes en hoteles, en sitios de entrenamiento, en los estadios y en los alrededores de los estadios”, dice el general José Roberto León Riaño, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Colombia, quien ayer visitó las instalaciones de El Universal.
Un total de 55.000 hombres y mujeres de la Policía se encargan de la seguridad del certamen deportivo en las ocho ciudades colombianas donde se desarrolla.
Cuenta el general León que para este evento de gran dimensión la Policía se preparó enviando a un destacado número de sus hombres a otros eventos de primer orden internacional como el Mundial de Suráfrica, la reciente Copa América en Argentina, el Campeonato Mundial de Fútbol Sala jugado en nuestro país y del cual Colombia es monarca, además de la experiencia adquirida en importantes eventos propios.
“Un evento de esta magnitud no lo había tenido Colombia, pues es el segundo de la FIFA después del Campeonato Mundial de Mayores, y el tercero en el mundo luego de los Juegos Olímpicos”, dice el alto oficial.
Colombia está a punto de superar el récord de mayor asistencia a los estadios en un Mundial de Fútbol Sub-20, que ahora tiene Egipto con 1 millón 285 mil personas.
EN FAMILIA
Sobre el comportamiento de la afición del fútbol, León Riaño dice que ha sido muy bueno y lo más destacado es el regreso de la familia al estadio, niños y padres juntos en las tribunas divirtiéndose con estos espectáculos.
“Estamos viviendo un momento muy importante, y entre todos los colombianos hacemos un gran esfuerzo para que éste sea el mejor Mundial de la historia de la Categoría Sub-20”.
Ante la pregunta sobre qué va a pasar cuando los desadaptados, que son una minoría, regresen a los estadios disfrazados de barras bravas, el general José León Riaño, dice:
“Cómo Policía vemos este Mundial como un punto de inspección en la historia deportiva de Colombia y tiene que servirnos para avanzar en el fútbol profesional colombiano. La gente quiere ir de nuevo al estadio en familia y ese es un gran reto que tenemos todos”.
Está en desacuerdo con el facilismo de volverle a poner mallas separadoras y protectoras a las canchas de los estadios, “el reto que tenemos es que no las pongan, lo cual va a generar debates y discusiones, pero el reto es de todos”.
Por lo tanto, comulga con un trabajo en equipo entre la Policía Nacional, Dimayor, Federación Colombiana de Fútbol, los equipos profesionales de fútbol, los integrantes de las barras bravas y los gobiernos locales y seccionales.
SEVERIDAD
Y en caso de ocurrir el primer desmán, el oficial advierte que debe haber rigor aplicando sanciones drásticas para la ciudad donde ocurra, el estadio y para los causantes del desorden.
“De nuestra parte (la Policía) seremos drásticos en la aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, que implica multas, sanciones penales y prohibición para ingresar a los estadios por lapsos de 3 meses hasta 5 años. La Policía será drástica en la aplicación de esa ley, y el reto es de todos”, recalca el oficial.
En resumen, el general León Riaño insiste en que para el campeonato de fútbol profesional colombiano hay que continuar con la tónica del Mundial, “y si ponen de nuevo mallas en los estadios, estaremos retrocediendo. Hay que modificar el comportamiento de las barras bravas”.
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