¿Son las vulgaridades prácticas populares?

Muchos comentarios ha generado el reportaje “Micrófonos fuera de control” publicado el pasado domingo 26 de julio en la sección Facetas de este diario. Los usuarios no han dejado de criticar el lenguaje que utilizan algunos locutores de nuestra radio cartagenera. “La verdad es que ellos (locutores) no obligan a nadie a que los escuchen, el que lo hace es porque quiere y la verdad me gusta el toque que Campo Elías le da a la información ya que vivimos en una ciudad que desde tempranas horas se siente el estrés y la inseguridad y con los chistes que hace, tiene la ventaja de sacarle una sonrisa a todos sus radioescucha”, dice el lector, identificado como El mandarinita. “La verdad es que las emisoras de FM, poco o nada positivo aportan a la educación de la juventud cartagenera; pues por el contrario inducen a la inmoralidad, lenguaje obsceno e insultante especialmente el mensaje sexual explícito y denigrante hacia el sexo femenino que muy frecuentemente se emplea en la música champeta. En cuanto a Campo Elías, emplea frases con doble sentido y un lenguaje burdo y champetuo que nada tiene que ver con lo popular”, comenta un usuario que se hace llamar Klaridozo. Otro comentario es el de Heynerth22 quien dice que: “es una pena, que esta partida de llamados comunicadores, no tengan claro el objetivo de la radio. En estos momentos, con tanta pérdida de valores son ellos los que deberían contribuir en la formación de una mejor ciudadanía, para ver si de esta forma desaparece la forma vulgar como nuestros jóvenes hablan, visten, caminan”. Por su parte otro usuario que se identifica como Germán Gp asegura que “es una pena que haya ‘comunicadores’ que confundan lo vulgar con lo popular. ¿Son las vulgaridades prácticas populares?, Que pena, con Luis Alberto Funes, debería leer un poquito y estudiar”. “O sea que el fin justifica los medios, para algunos locutores es válido decir cualquier barbaridad para demostrar sintonía, esa que le piden sus jefes. No creo que sea la manera, con razón en algunas emisoras lo único que uno escucha es chabacanería, vulgaridad y a cualquiera hablando una sarta de pendejadas que no educan”, afirma el lector Opeye. Por su parte otro usuario, identificado como David Murcia afirma. “Me da pena como cartagenero que soy, ver cómo algunas emisoras se pierden en la mediocridad y atentan contra la cultura educativa de la ciudad buscando influenciar a los sectores más humildes y pobres con su programación sin sentido en busca de un rating. Es necesario implementar planes educativos para que en estos barrios salgan personas de bien y no delincuentes. Las emisoras pueden ayudar mucho en eso pero la verdad así como están dan es vergüenza”.