“Nos sentimos amenazados”

Preocupados. Así están las directivas de la Institución Educativa Juan José Nieto y los habitantes del barrio El Socorro, aledaños al sitio donde funciona este colegio. La razón: los constantes enfrentamientos entre pandilleros y en ocasiones con alumnos del mencionado plantel. El caso más reciente ocurrió a las 12:30 del lunes de esta semana, poco después de que salieran de clases los estudiantes del Colegio Juan José Nieto, de la jornada de la mañana. Testigos relatan que todo estaba en aparente calma cuando de repente vieron a un estudiante corriendo desesperadamente buscando un sitio donde refugiarse. “Varios muchachos, unos cuatro o cinco, lo perseguían y le tiraban piedras”, relata una mujer que vende minutos, quien al darse cuenta de lo que pasaba intentó ponerse a salvo. “Los muchachos venían corriendo desde los lados del colegio. El que venía adelante logró protegerse metiéndose en el local donde funciona Pollo Loko, frente al Parque Perpetuo Socorro”, cuenta un mototaxista. Los que perseguían al estudiante, cuentan testigos, comenzaron a tirar piedras hacia el inmueble. “Afortunadamente una persona alcanzó a proteger a un niño que estaba en la terraza, y quitamos una vitrina y un televisor que teníamos en el negocio, si no los hubieran lastimado”, cuenta el propietario del local. Otra persona señala que observó a algunos de los pandilleros con armas blancas. No se sabe qué se generó la nueva disputa entre pandilleros y algunos estudiantes. “Lo que alcanzamos a escuchar es que fue por líos de faldas. Un estudiante como que le quitó la novia a otro y eso generó el enfrentamiento”, dice una persona que observó el suceso. La ‘lluvia’ de piedras en esta ocasión no ocasionó mayores daños. Rompieron vidrios de ventanas, en especial en un local al lado del Colegio Juan José Nieto. “Esto nos hizo recordar lo que ocurrió el pasado 18 de junio, cuando hubo una guerra entre pandillas y estudiantes que dejó daños en más de 15 viviendas del sector. Esa vez de milagro no hubo un muerto”, recuerda un habitante de la zona. Preocupa mucho Por su parte, el secretario de Educación del Distrito, Julio Alandete Arroyo, al desaprobar este nuevo hecho, expresa: “Es muy preocupante este tema de los enfrentamientos entre pandillas que está permeando todas las esferas de la sociedad cartagenera, pues ya no respeta hospitales, colegios, sepelios y vías públicas”. Recuerda que en días pasados se suspendieron las clases en un colegio del barrio Nelson Mandela por guerra entre pandilleros, y que este año ha habido unos cinco casos de enfrentamientos entre estos grupos, cerca de los colegios. Sin embargo, “el Distrito está enfrentando este tema de manera integral y con la Fuerza Pública”, añade el funcionario. Alandete conceptúa que unos pocos desadaptados sociales y con problemas de personalidad no pueden poner en jaque a la sociedad civil. Respecto del trabajo que se viene haciendo con los estudiantes de ciertos colegios de la ciudad, Alandete dice que “van a participar en festivales de cine, de música clásica, inversión en tecnología y otras actividades que permitan mantener al joven ocupado y alejado del ocio”, explicó. HABLA LA RECTORA Leddy Zaprodiel, rectora de la Institución Educativa Juan José Nieto, informa que se investiga lo ocurrido con alumnos de ese plantel, involucrados en enfrentamientos con pandilleros. “Sabemos que el enfrentamiento se debe a hechos por fuera de la institución. Pensábamos que se trataba de pandillas de Nelson Mandela y Nazareno, pero los padres de familia nos contaron que se trata de muchachos que vienen de Las Palmeras”, dice la Rectora. Zaprodiel deja entrever su preocupación por este tipo de situaciones que afectan al colegio. Deja asomar su temor y dice que su comunidad se siente amenazada porque todos los días ven llegar grupos de pandillas a los alrededores del colegio. “La situación es preocupante porque todos los días a las 12:30 del día y a las 6:30 de tarde confluyen en el sector La Roan estudiantes de por lo menos 6 colegios de la Localidad 3”. Ayer, la Rectora se reunió con varios padres de familia y éstos le propusieron poner cámaras de seguridad para vigilar el sector en procura de controlar con ayuda de la Policía posibles alteraciones del orden público. Ante los constantes casos de peleas, se procedió en el Colegio a realizar jornadas de requisa para evitar que los estudiantes estén armados. “Una vez vimos a un estudiante que se devolvió para que no lo requisaran, y al revisarlo le encontramos un cuchillo para defenderse de unos desconocidos que lo estaban intimidando”, expresa la Rectora.