Tras una visita al Centro Carcelario y Penitenciario de Mediana Seguridad San Sebastián de Ternera, el pasado 25 de abril, la Oficina de Gestión del Riesgo del Distrito a través de un informe alertó sobre los riesgos estructurales, eléctricos, ambientales y de salud que corren tanto los internos del penal, como el personal de guardia y administrativo.
El grupo interdisciplinario de la entidad, compuesto por un arquitecto, un ingeniero, un abogado y un técnico, determinó que la gran mayoría de la edificación y sus instalaciones están en pésimo estado. Tal situación, ya había sido dada a conocer por el presidente en Cartagena de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP), Cesar Augusto Fuentes Ortiz.
Daños estructurales
La misiva, enviada el 25 de mayo a varias entidades del Distrito, señala que los muros de cerramiento de las habitaciones de los guardianes, en la segunda planta, tienen un desplome de más de 2 grados hacia la parte externa del edificio. "Es tan avanzado el deterioro, que se alcanza a ver la luz del sol en ambos lados", precisa el informe.
Los muros de las escaleras también presentan grietas, y las columnas del segundo piso están a punto de colapsar con dirección hacia uno de los patios. En la misma condición están otros bloques de la cárcel que tienen grandes fisuras y fracturas en las vigas de amarre.
El pañete del cielo raso, en el pasillo principal del penal, está en riesgo de venirse abajo, poniendo en peligro a los visitantes, internos y guardias. Las varillas de las vigas de varias instalaciones también están a punto de derrumbarse.
Los patios 1 y 2 son los más graves, pues tienen grandes fisuras por las que se filtran las aguas lluvias.
Riesgo eléctrico
La Oficina de Gestión de Riesgo advirtió, además, que las instalaciones eléctricas no están protegidas, las cajas de las cuñas no tienen tapas y se unen con la humedad en los muros, lo que puede provocar en cualquier momento cortocircuitos o sobrecargas de energía.
Riesgo en la salud
El informe también indica que las cocinas donde se preparan los alimentos de la guardia y de lo reclusos, no están condiciones salubres, pues sobre un mesón en concreto rígido se pican las verduras y carnes, sin ningún manejo de la higiene.
Además, las tuberías sanitarias están en mal estado y con goteras. Los manjoles y los registros tampoco tienen tapas.
(Le puede interesar: "Es urgente atender la situación de salud pública en la cárcel de Ternera").
El tanque subterráneo de agua potable de donde consumen agua los guardianes no está bien recubierto, lo que ha causado la proliferación de insectos.
La cerámica y enchape de los muros en los baños de los internos y las visitas está parcialmente desprendido.
En la inspección, de igual forma, se halló que existe un basurero satélite, a cielo abierto y a un lado de la cancha deportiva, a solo dos metros de la cocina principal.
Y, como si fuera poco, la gran mayoría de los dormitorios tiene filtraciones de aguas servidas y residuos de excretas, lo que ha desencadenado alergias y enfermedades cutáneas a los presos.
Recomendaciones
Ante las graves problemáticas encontradas, Gestión del Riesgo recomendó realizar estudios de vulnerabilidad sísmica y estructurales a fin de determinar que tan comprometidas estas las columnas y muros del penal.
De igual forma, exhortó a que se hagan estudios bioquímicos a los depósitos de agua usados para consumo, y una revisión exhaustiva del sistema eléctrico, ya que este no cumple con el Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (Retie).
Además, sugiere que se haga la demolición de todos los pañetes que recubren la placa de los pasillos, que está desprendida y a punto de colapsar.
También pide que se corrijan las malas conexiones eléctricas, tuberías sanitarias en mal estado, baterías sanitarias dañadas, húmedad en placas de entrepiso, pisos y muros, impermeabilización de placas y arreglos de cubiertas.
Finalmente, la entidad dijo que es necesario implementar un plan de emergencia contra incendios, un plan general de contingencia y demarcar las rutas de evacuación.
El informe fue enviado con copia al alcalde (e) de la Localidad tres: Industrial y de la Bahía, Adolfo Bustillo; al comandante de Bomberos, José Magallanes Pérez; al director Administrativo de Control Urbano (e) de ese entonces, Hernando Anaya, y al secretario del Interior, Fernando Niño Mendoza.
La situación
La crisis de salud pública y de sobrepoblación en Ternera, ya había sido advertida desde principios del 2016 por la saliente defensora del Pueblo, Irina Junieles Acosta, quien en ese tiempo pidió a las autoridades tomar las acciones preventivas para evitar una tregedia.
Las condiciones infrahumanas en las que viven los internos son el espejo del grave hacinamiento en ese establecimiento. Según indicó Fuentes Ortiz, 536 internos duermen en el suelo, pasillos y baños, y en unas celdas de 2x2 y medio, de 4 metros cuadrados, que están hechas para dos presos, a veces hay que alojar a 8 y 10.
El panorama al interior del reclusorio no solo ha afectado a los privados de la libertad, sino también a los guardianes del Inpec, quienes aseguran que solo 120 de ellos custodian a 2.002 reclusos, con extenuantes jornadas de trabajo y sin un ajuste salarial justo.
(Le recomendamos: "Somos el eslabón más débil de la justicia": Inpec).
En la cárcel de Ternera hay un hacinamiento superior al 46 por ciento, 2.002 personas están recluidas en ese centro carcelario y la capacidad del penal es solo para 1.464. En ocasiones, se ha alcanzado a albergar a 2.400.
¿Qué dicen otras autoridades?
Al respecto el secretario del Interior, Fernando Niño Mendoza, dijo que el Distrito apoyará con 500 millones de pesos para la compra de vehículos, camionetas, colchonetas y mejoras salariales de los guardianes.
Aclaró que es competencia de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC), del Ministerio de Justicia, invertir en la infraestructura del centro carcelario.
Comentarios ()