Alertas por nueva temporada de lluvias

“Los torrenciales aguaceros no han afectado la vía hasta El Alto del Pozo, pero la maquinaria está en los lugares más críticos para atender cualquier eventualidad”, señaló el ingeniero Wilson Jaime Barbosa.
Los expertos de Invías  aseguraron que los riesgos están latentes en los kilómetros 53, 58, 68 y 75; donde siempre se han presentado deslizamientos de tierra.
La tregua de principio de año fue aprovechada para la extracción de los derrumbes y las carreteras están limpias.
El problema se registra en el kilómetro 117 de La Sanjuana, donde hay restricción a un solo carril por desprendimiento de rocas de gran magnitud.
En el lugar se ejecutan algunos trabajos para mitigar los riesgos ante posibles derrumbes.
Los administradores viales efectúan los contratos de mantenimiento, porque los recursos para los planes de emergencia ya están asegurados.
“Durante la temporada invernal del año pasado se removieron 350 derrumbes. Este año existen 3 mil millones de pesos para afrontar las eventualidades”, aseguró Wilson Jaime Barbosa.
También se harán gestiones para conseguir los recursos que permitan intervenir la carretera Ocaña-Convención, donde se presenta una falla geológica en el kilómetro 23.
En la vía que conduce hacia el sur del Cesar  y en el sitio denominado La Especial se mantienen los monitoreos y se proyectan obras de infraestructura.
REVIVE LA PESADILLA
La reactivación de la segunda fase del fenómeno de La Niña ha generado problemas en las principales arterias viales del país.
Un derrumbe de grandes proporciones impide el tránsito vehicular en la carretera que conduce hacia Bucaramanga, reportó la territorial de Invías.
El deslizamiento de tierra se registró en el kilómetro 57 más 900 metros entre los municipios de La Esperanza y El Playón.
Las empresas transportadoras deben hacer ajustes a los horarios de despacho de vehículos y tomar la variante por la Lisama-Barrancabermeja para poder llegar a la capital santandereana.