Ambiente


Brasil: temor porque reforma forestal acabe con la Amazonía

REDACCIÓN COLOMBIA

06 de julio de 2010 12:01 AM

Un proyecto para reformar el Código Forestal, principal ley de protección de bosques, provocó alarma entre ambientalistas que temen que abrirá la puerta a la destrucción de la Amazonia y otros ecosistemas brasileños. La propuesta de reforma, elaborada por el diputado comunista Aldo Rebelo, debe ser sometida a votación esta semana en una comisión especial de la Cámara de Diputados, pero la bancada ambientalista del Congreso pretende atrasar el voto. La iniciativa de Rebelo revivió la tradicional disputa entre ambientalistas y ruralistas, entre los que pregonan la defensa del medio ambiente y aquellos que quieren expandir la frontera agrícola. El propio legislador provocó el debate al defender su propuesta de forma, señalando que “la agricultura brasileña está en una encrucijada: es competitiva internacionalmente pero vive a merced de normas y decretos que no se encuadran con la realidad nacional, aunque fueron emitidos bajo el manto del Código Forestal”. Agregó que la meta de su propuesta de reforma del código “es dejar al agricultor trabajar en paz y armonía con el medio ambiente”. Sin embargo, varias modificaciones propuestas por Rebelo despertaron reacciones airadas de ambientalistas y miembros del gobierno. EL CÓDIGO El Código Forestal actual establece áreas mínimas de protección ambiental en propiedades privadas dentro de los diferentes ecosistemas. En la Amazonia, ese porcentaje de protección es de 80%, con 20% susceptible a la producción, mientras en otras áreas como la sabana tropical, debe protegerse 35%. La propuesta de reforma establece una moratoria de cinco años en la eliminación de cobertura boscosa con fines agrícolas y, después de ese plazo, deja en manos de cada uno de los 27 estados definir el área de protección legal. Según ambientalistas, eso debilitará la protección ambiental porque los gobiernos estatales son más vulnerables a presiones de productores locales. Para propiedades de hasta 400 hectáreas, que la propuesta cataloga como “pequeñas”, no se prevé compromiso alguno de protección. Al mismo tiempo, la iniciativa admite que el bosque que crece a la orilla de los ríos, considerada crucial para proteger los afluentes e impedir que se desborden, tenga su área de protección legal reducida de 30 metros en la ley actual a 15 metros, mientras concede amnistía a quien cometió crímenes ambientales hasta julio del 2008.

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