Rafael Correa presentó en Cancún un proyecto llamado 'Emisiones Netas Evitadas que consistiría en pagar a los países en desarrollo por reducir emisiones.
Si los países pobres fuesen los causantes del problema del cambio climático y los ricos las víctimas, éstos ya los habrían obligado a pagarles una "justa compensación" o incluso los habrían invadido, afirmó el miércoles el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en la cumbre de Cancún (México).
"Imagínense si la situación fuera a la inversa. Si los generadores de bienes ambientales -los que tienen los bosques y reservas naturales- fueran los países ricos y los países pobres fuéramos los agentes contaminadores", planteó.
"¿Quién puede dudar que hace rato, invocando la urgencia de conservar el planeta, el derecho internacional, la moral, la ética y hasta la seguridad jurídica, nos hubieran obligado, incluso por la fuerza, con invasiones, a pagarles una 'justa compensación'?", lanzó.
Correa afirmó que su país espera de la conferencia de Cancún, que reúne a 190 países, un acuerdo ambicioso, y que los países desarrollados se comprometan a una reducción global de emisiones de al menos el 50% para el 2020 y 90% para el 2050.
Pero "no sólo hemos venido a demandar", afirmó.
El presidente ecuatoriano presentó en Cancún una propuesta, que denominó Emisiones Netas Evitadas. Esta consistiría en pagar a los países en desarrollo por reducir sus emisiones de CO2 o por evitar producir otras potenciales, por ejemplo renunciando a la extracción de petróleo.
Este es el principio de la iniciativa ecuatoriana Yasuní-ITT, por la que el país propone no extraer 846 millones de barriles de petróleo de un yacimiento situado en un parque amazónico a cambio de una ayuda financiera internacional de 3.600 millones de dólares que compense la mitad de los ingresos que este crudo generaría. En ese parque viven indígenas aislados voluntariamente.
"Es la propuesta más concreta de la historia para bajar de la retórica a los hechos en cuanto a la lucha contra el cambio climático", con el que se eviataría la emisión a la atmósfera de 400 millones de toneladas de CO2, afirmó Correa.
Lamentó que el proyecto no ha recibido la financiación esperada y que podrá ser abandonado.
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