Ambiente


Más de 90% de los bosques tropicales están “mal administrados” o sin control

AFP

07 de junio de 2011 12:05 AM

Más de 90% de los bosques tropicales, cruciales para el futuro del clima y la biodiversidad, “son mal administrados, o ni siquiera lo son”, consideró la Organización Internacional de Bosques Tropicales (OIBT) en un informe publicado el martes. 
Aunque se han registrado avances, especialmente en Brasil, que alberga 5,3 millones de km2 de bosques, las perspectivas siguen siendo muy sombrías, según el informe “Situación de la gestión de los bosques tropicales 2011”, que incluye a 33 países. 
Cada año, “millones de hectáreas son usados para la agricultura, pastos y otras actividades no forestales, o son degradados a causa de la explotación forestal operada a un ritmo insostenible o de carácter ilícito”, indicó la OIBT. 
Y “las fuerzas que van en el sentido de la destrucción (de los bosques), como la tendencia alcista de los precios de los alimentos o combustibles (que hacen más rentable tumbar bosques que conservarlos, ndlr), pueden fácilmente ganar la partida a quienes son favorables a la conservación”, añade el texto. 
El futuro de esos bosques es decisivo para el clima, pues de 10% al 20% de los gases con efecto invernadero, que originan el calentamiento climático del planeta, son emitidos por la deforestación. 
Además, esos pulmones verdes albergan 50% de las especies vegetales y animales del planeta. 
El estudio revela sin embargo que las prácticas de “gestión durable” progresaron, con 50% más de superficie que hace 5 años (de 36 millones de hectáreas a 53 millones de hectáreas, o sea una zona más o menos equivalente a la de Tailandia). 
Los países que registraron “los progresos más claros” hacia la gestión sostenible de los bosques en los últimos cinco años son Brasil, Gabón, Guyana, Malaisia y Perú. 
Brasil logró reducir el ritmo de la deforestación de la Amazonia, que había alcanzado 27.000 km2 en 2004. En 2010, cayó a 6.500 km2.  
Pero el gran problema, destaca la OIBT, es que eliminar el bosque a toda máquina sigue siendo la actividad más rentable. 
“La certificación (marca de excelencia ecológica y social a cambio de buenas prácticas para preservar el bosque, ndlr), es un acto voluntario, que cuesta caro”, explicó a la AFP Jürgen Blaser, director adjunto de la Fundación suiza para el desarrollo y cooperación internacional, y uno de los autores del informe. 
En “el mercado del bosque, muchos países, entre los grandes consumidores, como China o India, no piden bosque certificado. Es el gran límite de ese dispositivo”, subrayó.  Queda el mecanismo REDD+ (Reducción de las emisiones causadas por la deforestación y la degradación de los bosques), adoptado formalmente en la conferencia de la ONU sobre el clima en Cancún (México) a fines de 2010. 
La idea es llevar a los países que albergan bosques tropicales a evitar cortarlos o a administrarlos de manera sostenible, dándoles compensaciones financieras. 
“REDD trae promesas considerables”, según Duncan Poore, ex director de la UICN (Unión Internacional para la conservación de la naturaleza”), y uno de los autores del informe. 
Pero la puesta en práctica del proceso, que está lejos de ser finalizado y deja abiertos muchos interrogantes como el de la gobernanza, “toma mucho tiempo”, subrayó Blaser. La “velocidad me preocupa un poco”, confesó. 
Otra gran dificultad: ¿A quien pertenece el bosque?? 
La problemática de los derechos de propiedad, especialmente en Africa, “afecta los esfuerzos llevados a cabo para mejorar el asunto de los bosques”, destaca el informe, que pide aplicar un “régimen de tenencia fijado de manera transparente, con base en las negociaciones entre los demandantes”.

 

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