Montería se paralizó por el día sin carros, ni motos

Montería pierde vida cuando no pueden circular los carros y las motocicletas.
Así quedó demostrado ayer cuando se cumplió la tercera jornada sin carro en la capital cordobesa.
Pese a que el alcalde Carlos Eduardo Correa hizo un llamado a la comunidad para que participara activamente de la jornada y para que dejaran los carros en la casa como una señal de apoyo al ambiente sano, la gente prefirió quedarse en casa y sólo salieron a la calle las personas que trabajan.
Esa disminución de público en la calle es evidente los martes sin moto y ayer que tampoco había carros y la situación fue de mayor soledad por lo menos en la zona céntrica.
Los propietarios de almacenes dijeron que las ventas disminuyeron considerablemente pues la gente prefiere dejar para hoy las compras y vueltas pendientes.
La actividad bancaria también se vio limitada. Había filas cortas y en otros establecimientos no había que esperar mucho tiempo para hacer el trámite pues las entidades estaban desocupadas.
Los taxis hicieron su
“agosto” con los empleados que no pudieron sacar sus vehículos, especialmente a las 7:30 de la mañana y al medio día. La mínima carrera la cobraron a cinco mil pesos pese a que por decreto la tarifa está fijada en $4.100.
Los parqueaderos de los centros comerciales, que han tenido que ampliarse debido al volumen de visitantes diarios, lucieron despejados por completo. Una fila de taxis amarillos era lo único que se observaba en los mismos. Sin embargo, había pocos clientes para transportar.
Ante la imposibilidad de circular carros y motos se pensó que los buses estarían a reventar. Tampoco fue así, había espacio de sobra para todos los que necesitaran el servicio.
Los estudiantes que rutinariamente utilizan el servicio llenaron los cupos de todos los días, pero en las horas de entrada y salida a las instituciones porque el resto del día pasaron vacíos.
El secretario de Tránsito municipal, Alejandro Salleg Velandia, aseguró que las empresas de servicio público urbano de la ciudad tuvieron  disponibles 280 vehículos para movilizar a las personas.
La CVS aprovechó la jornada para medir el índice de contaminación y de ruido en la capital cordobesa y lideró actividades de conciencia ambiental que seguramente arrojarán resultados positivos.
El tercer día sin carro en Montería, decreto que seguirá vigente en los años venideros, dejó a la capital prácticamente paralizada pues esta vez hubo menos bicicletas que el año anterior.
Los beneficios
La ingeniera sanitaria y ambiental de la Universidad Pontificia Bolivariana, Angélica Bustamante, dijo que el día sin carro trajo muchos beneficios para el medio ambiente que se traducen en  calidad de vida para las personas y mejora la movilidad de la ciudad.
“Se disminuyen los niveles de ruido, que en Montería son bastante altos de acuerdo a los registros históricos. El año pasado junto a la Corporación Regional de los Valles del Sinú y San Jorge hicimos mediciones de ruido y evidenciamos una reducción entre 5 y 10 decibeles. En un día normal el pico en la zona céntrica está entre los 75 y 90 decibeles. El año pasado el día sin carro estuvo entre 65 y 75 decibeles”, afirmó la ingeniera.
Dijo que también se presentó una disminución de material particulado que no es tan significativo como la del ruido porque siguen circulando vehículos de transporte público que trabajan con Diesel.