Riesgos de las fugas radiactivas en central nuclear japonesa

El estado de los reactores de la accidentada central nuclear japonesa de Fukushima sigue causando preocupación, después de que se volvieran a registrar altos niveles de radiactividad, sobre todo en el mar, explica Olivier Isnard, experto del Instituto Francés de Radiación y de Seguridad Nuclear (IRSN), en misión en Japón. 
La compañía eléctrica Tokyo Electric Power (TEPCO) admite que la vasija del reactor 3 puede que esté dañada. ¿Qué nuevos riesgos ocasionan este problema? 
“No sabemos aún dónde se encuentra la fuga, si en la vasija o en una válvula. De todas maneras, el agua, altamente radiactiva, se escurre en los edificios y, luego, regresa al mar, por lo que causa preocupación por los peces y la vegetación marina. Una hipótesis es que la vasija esté perforada y el corium (mezcla de combustible y acero fundido) muy radiactivo se vierta en el recinto de contención del reactor y, posteriormente, siga su camino fuera”. 
En estas circunstancias, ¿cree que las zonas de evacuación (20 kilómetros) y de protección (confinamiento) de la población (de 20 a 30 kilómetros) en torno a la central nuclear resultan suficientes? 
Si la fuga de radiactividad continúa, la distancia de protección de los habitantes debería revisarse al alza, en función de la evolución de las intervenciones en el lugar y el análisis de las verdaderas causas de las fugas, así como las condiciones meteorológicas. El control regular del entorno, sobre todo, de las legumbres frescas, es imprescindible. Sin embargo, el consumo de productos contaminados por un corto periodo no representa un peligro para la salud”. 
¿Cuál es la amenaza para el cono urbano de Tokio, que se encuentra a una distancia de unos 250 kilómetros de Fukushima? 
Para esta zona y ante esta situación, se trata principalmente de la contaminación del medio ambiente, concretamente relacionada con las precipitaciones. Un manera sencilla de evitarlo es protegerse de las lluvias y si es posible no salir cuando está cayendo un chaparrón. Con respecto al agua del grifo, se deben seguir las recomendaciones de las autoridades niponas, sabiendo que las normas aplicadas en Japón (300 becquerels por litro por adulto) son las más estrictas del mundo. En Europa, el límite está fijado en 500 becquerels por litro.