La creciente instalación de antenas en diversas zonas de la ciudad para mejorar la calidad y eficiencia del servicio de comunicaciones móviles, mantiene temerosos a algunos ciudadanos. Lea aquí (Vista Hermosa se opone a instalación de antena)
Pese a que a la fecha no existe un estudio científico que compruebe los efectos de las radiaciones de estas antenas en la salud humana, hay quienes sostienen que, de estar a una distancia cercana, incrementan el riesgo de cáncer, especialmente leucemia aguda y tumores en el sistema nervioso central de los niños.
Bajo esta premisa, el ingeniero eléctrico Jaime Rendón Márquez lideró la conformación de un grupo denominado “Los Caza Antenas”.
“Las antenas siempre han estado en la cúspide de los edificios más elevados o en torres aisladas de las personas para prevenir problemas con la salud, pero de unos tres años para acá las están colocando en espacios públicos, cerca de hospitales, en casas y colegios”, afirma Rendón.
Advierte que “eso está mal porque ellas deben estar a más de 200 metros de centros educativos, centros geriátricos y centros de servicios médicos, según establece un acuerdo que se hizo el Distrito de Bogotá, que es el más avanzado que hay en el país. Aquí no hay una norma sobre eso”.
El acuerdo al que hace alusión el autoproclamado “caza antenas”, es el 339 de 2008, “por medio del cual se dictan normas de restricción para la ubicación de antenas de telecomunicaciones y la estructura que las soporta y se dictan otras disposiciones”.
En su lucha por lo que consideran una “indiscriminada instalación de antenas asesinas”, “Los Caza Antenas” deambulan por la ciudad en busca de los dispositivos. A la fecha, precisan haber identificado más de 70, de los cuales, con la intervención de las comunidades afectadas y del Distrito, se ha logrado el desmote de seis.
La primera tenía más de ocho años en el barrio Daniel Lemaitre, y el mérito de su desmonte es de la comunidad. Otras tres permanecían en el parque Navas, en Bocagrande, de las cuales una fue desmontada por gestión de “Los Caza Fantasmas”, y las dos restantes, según Rendón, continúan en el sitio, pero fueron desactivadas por petición del Distrito. Lea también (Desmontan antena de telefonía en Daniel Lemaitre)
Las dos últimas antenas desmontadas estuvieron instaladas frente al edificio Embajador, en Bocagrande, en diferentes fechas. Una el 28 de enero y la otra el 19 de febrero.
Gracias al oportuno llamado de “Los Caza Antenas” a la directora regional de Movistar, Ximena Rojas, ambas fueron dadas de baja a tan solo días de su instalación.
LAS MÁS URGENTES
Rendón sostiene que la radiación electromagnética de las ondas emitidas por las antenas de telefonía móvil, es tan agresiva que actúan como “asesinos invisibles”.
Por ello, insiste en que tres antenas cerca de centros médicos, deben ser retiradas con urgencia. “Las más urgentes son las de la Casa del Niño, Clínica Blas de Lezo y Medihelp, en Bocagrande; porque son los únicos centros hospitalarios en donde se atienden a los niños más pobres de la Región Caribe que tienen cáncer”.
Advirtió que “si ellos (operadores de telefonía móvil) colocan la antena en un edificio tienen que pagar de 7 a 10 millones de pesos cada mes. Entonces las colocan en espacio público y no le pagan nada a nadie. Son empresas que se enriquecen a costa de la vida y la salud de la gente. Eso es lo que yo ataco”.
QUIÉN REGULA LA INSTALACIÓN DE ANTENAS
El líder de “Los Caza Antenas” precisó que hace algún tiempo se reunió con el alcalde Dionisio Vélez y le planteó esta problemática, pero a la fecha no ha visto acciones tendientes a frenar la indiscriminada instalación de antenas.
Este medio indagó en la Secretaría de Planeación Distrital sobre los requisitos que exige para expedir los permisos de instalación de antenas, y cuántas funcionan con o sin su autorización en la ciudad.
La respuesta de la dependencia fue que apenas se habría iniciado la elaboración de un informe detallado sobre el tema, el cual se daría a conocer en los próximos días.
MEJOR TOMAR PRECAUCIONES: INSTITUTO DE CANCEROLOGÍA
El doctor Miguel Ángel Castro, médico epidemiólogo e investigador del Instituto Nacional de Cancerología, en Bogotá, considera que para prevenir alteraciones en la salud humana por cuenta de la radiación electromagnética de las antenas, lo mejor es que estén alejadas.
“Aunque se sabe que las antenas pueden tener efectos sobre la salud humana, no han sido consideradas completamente carcinogénicas, pues no ha habido suficiente evidencia como para decir que producen tal enfermedad; pero eso no significa que no la produzcan, simplemente que hace falta la evidencia, faltan más estudios para corroborarlo”, explicó el profesional.
Al no haber la suficiente evidencia para ciertas asociaciones que inciden en la salud, en este caso entre campos electromagnéticos y cáncer, “hay un principio que se debe poner en práctica, y es el de precaución”, reiteró el investigador del Instituto Nacional de Cancerología.
Explicó que “se podría hacer una especie de norma en la que debido a algunas evidencias, se sugiere que las antenas estén alejadas del ser humano, a una distancia determinada, y aunque tampoco se ha definido cuál es esa distancia apropiada, algunos estudios hablan de 300 metros y otros hablan de mucho menos”.
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