Las casi siete hectáreas de arbustos y árboles que necesitan ser podados en el colegio INEM ponen en riesgo la infraestructura y las actividades que se desarrollan en esta institución educativa.
Así lo señaló el rector Haroldo Bonfante quien comentó que es común que el personal de mantenimiento del plantel encuentre ramas caídas en los pasillos y que estas, incluso rompan las tejas de salones y espacios comunes como el auditorio principal.
Temeroso de la situación, que pone en riesgo a los estudiantes durante la jornada escolar y al personal que labora en el colegio, el directivo ha remitido varios oficios al Establecimiento Público Ambiental (EPA) solicitando el apoyo para la poda de los árboles pero no ha recibido respuesta.
“Es responsabilidad del colegio”
El Universal consultó sobre esta situación al EPA, oficina encargada a Fernando Niño, quien también funge como secretario del Interior y se informó que la poda le corresponde a la administración del colegio.
Ante esto, el rector Bonfante destacó que es casi imposible costear el mantenimiento de las 7 hectáreas pues el presupuesto anual de la institución es de 230 millones de pesos que emplean en la compra de materiales pedagógicos, adecuación de espacios educativos, salidas académicas, entre otros.
Voceros del EPA señalaron que revisarán la petición para decidir si colaboran en la poda.
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