Cartagena


Así pinta el Paseo Turístico Cartagena de Indias

PEDRO TORRES VERGEL

24 de octubre de 2016 12:03 PM

Más de 1 billón de pesos, a valor de hoy, cuesta el macroproyecto Paseo Turístico Cartagena de Indias, que en sus comienzos tuvo el nombre de Avenida Bicentenario.

La obra no sólo resolvería el acentuado estrangulamiento de la movilidad vehicular en Bocagrande y a lo largo de las litorales avenidas del Malecón y Santander, también está diseñada para modernizar urbanísticamente a la ciudad e insertarla en un mundo globalizado.
Está contemplada desde el Espolón Iribarren, en El Laguito, hasta las proximidades del centro empresarial y hotelero Corales de Indias, en el barrio Crespo, pasando por Bocagrande, Centro Histórico, El Cabrero y Marbella.
La iniciativa es explorada por un grupo de empresas costeñas, con Movicón S.A. al frente, y el acompañamiento de Megaconstrucciones, ambas de Cartagena, e igualmente Codifa SAS y Atlante, estas dos de Barranquilla.
Cuenta el ingeniero civil cartagenero Carlos Segovia De La Espriella, gerente de Movicón, que el proyecto avanza en etapa de factibilidad, con dos años de plazo que se cumplen el 16 de diciembre de este año, para presentarle al Distrito contenidos puntuales como los diseños físicos, el cierre financiero, cómo se hará la inversión y cómo recuperarla en el tiempo, alcances sociales de la obra y demás aspectos complementarios.

FRENTE A BOCAGRANDE
El dragado del fondo marino para extraer suficiente material de relleno y ampliar las márgenes de costa firme, es clave para materializar el macroproyecto, explica el ingeniero civil Carlos Segovia.
Todo el frente costero comprendido desde los límites del Hotel Santa Teresa en el Centro Histórico, hasta el Espolón Iribarren, en la parte más esquinada del barrio El Laguito, tiene 3,8 kilómetros de longitud y será rellenado con 5 millones de metros cúbicos de material sustraído al fondo de esa misma franja marina, es decir arena y sedimentos.
Esta operación de rellenado le permitirá al constructor ganarse 84 hectáreas de costa en Bocagrande, obtenidos de 120 metros de ensanche nuevo desde la orilla actual hacia atrás, ‘desplazando’ el mar a todo lo largo de la playa.
A lo anterior se suma el espacio que hoy existe, ocupado por kioscos, carpas y la estrecha Carrera 1 de Bocagrande o Avenida del Malecón.
Dice Segovia que hoy esa vía está en cota de 1 metro sobre el nivel medio del mar, y con el proyectado Paseo Turístico Cartagena de Indias subirá toda esa franja costera hasta la cota de 3 metros.
A lo largo de la nueva vía, desde el punto de referencia en el Hotel Santa Teresa hasta el sector más aristado de El Laguito, se considera la construcción de un gran box culvert, para recoger todas las aguas lluvias, “y con esto solucionamos dos problemas: la zona no se vuelve a inundar por acción del mar, ni por la lluvia”.
Además ninguna empresa de servicios públicos podrá romper estructuras para conducir sus redes, puesto que existirá un banco de ductos de la misma extensión del proyecto.
Este ordenador de redes será de 3,5 metros de ancho por 3 metros de alto, desde el punto de referencia frente al Santa Teresa, hasta El Laguito.

DISTRIBUCIÓN DEL ESPACIO
Del área a rellenar de 120 metros, más la existente, se destinarán 30 metros de espacio para comercios, que no pueden tener más de 200 metros cuadrados ni más de 2 pisos de altura.
Después habrá cuatro carriles para el tráfico vehicular, con un bulevar intermedio. Este sistema vial empezará en la parte más angular de la Avenida Santander frente al Baluarte de Santo Domingo (entre calles 33 y 36 del Centro Amurallado), y reemplazará a la actual Avenida del Malecón, hasta El Laguito.
Por consiguiente, las demás vías de Bocagrande serán para salir del barrio, así que habrá cuatro carriles de entrada que son los de la nueva arteria vial, y cuatro de salida. A criterio del ingeniero Segovia, esto debe solucionar bastante los problemas de movilidad en la zona.
Inmediatamente se dispondrá de otros 30 metros para más locales pequeños, luego una nueva vía de playa, paseo peatonal y espacios para bicicletas, y finalmente 60 metros de arena y playa.

PROYECCIÓN NÁUTICA
Como parte del apremiante tema de protección y recuperación planificada del frente costero de la ciudad, el Paseo Turístico contempla dos grandes espolones, uno de ellos en la zona aledaña al Monumento Unión de los Océanos, entre el Parque de La Marina y el Hotel Santa Teresa.
Tendrá 800 metros de largo y 35 metros de ancho, y será elevado hasta la cota de 4 metros sobre el nivel medio del mar, “porque aquí en este sector, el oleaje pega duro”, explica Segovia.
Con la nueva vía habrá locales, restaurantes y otros negocios, y en la punta del espolón, una gran marina con 500 puntos de amarre para embarcaciones pequeñas.
Igual está previsto para el Espolón Iribarren, en El Laguito, que ahora tiene 60 metros de largo, pero se hará nuevo y mucho más grande, de 800 metros longitudinales por 35 metros de ancho, y albergará una gran marina.
También para Bocagrande, en la zona entre calles 8 y 10, que respectivamente tiene como puntos de referencia a los hoteles Capilla del Mar y Decamerón, está previsto realizar “una península a la que le llamamos centro de convenciones o centro cultural, y que es necesaria como barrera de protección en piedra, porque contrarrestará los efectos de los vientos fuertes”, manifiesta Carlos Segovia.

CONEXIÓN CON LA SANTANDER
La transformación urbana y turística de la Carrera 1 de Bocagrande debe estar articulada con la fase ejecutoria de la Avenida Santander y su frente costero, desde el Parque de La Marina hasta las cercanías del Hotel Corales de Indias en Crespo, en una extensión de 3 kilómetros, para que el Paseo Turístico Cartagena de Indias funcione en su integralidad. 
Se contempla para la franja litoral del Santa Teresa hasta La Tenaza, una protección en piedra, barrera rígida o escollera a 200 metros desde la vía, para que el agua reviente allí y no le pegue más a la Santander.
La idea en esa amplitud ganada al mar es “crear una playa muy linda, pero allí no se pueden instalar locales”, por el tema de la protección al patrimonio físico e histórico de Cartagena, como es la muralla y sus intramuros.
Sí están previstos 2.100 parqueaderos que resuelven en parte el problema grande de falta de estacionamientos en el Centro; canchas, chiringuitos o kioscos, restaurantes, además de 60 metros de arena o playa nueva.
En cuanto a la extensión desde La Tenaza hasta las proximidades del Hotel Corales de Indias, será intervenida con 1 millón 250 mil metros cúbicos de material de relleno, logrado mediante dragado en la zona.
Todos los diques de esa franja hasta el espolón 7, próximo a Corales de Indias, serán arreglados y reforzados, y para el sector frente Marbella y El Cabrero se proyecta la construcción de un arrecife sumergido con fines coralinos, paralelo a la playa
Las ejecuciones serán semejantes a las de Bocagrande, con 900 parqueaderos, locales pequeños, canchas, juegos y otros atractivos.

CÓMO RECUPERAR LA INVERSIÓN
El gerente de Movicón, Carlos Segovia, es categórico con el mecanismo para rescatar la inversión en el macroproyecto.
Dice que “nada será gratis” para la gente que acceda a los predios, servicios y comodidades del Paseo Turístico Cartagena de Indias, menos la playa que es de libre acceso.
El grupo constructor detrás de esta ambiciosa obra es una alianza público privada (APP), pero la inversión total en el macroproyecto es de procedencia privada.
Ese mismo contratista se encargará de su operación, mantenimiento y explotación económica, para recuperar la plata en máximo 30 años y entonces revertirle todo al Estado al cumplirse ese tiempo. De ahí toma su carácter de APP.
El macroproyecto cuesta hoy 1 billón 23 mil millones de pesos (exactamente $1”022.982’237.809), y se calculan unos $6 billones de reintegro en los 30 años, por concepto de inversión con su debida corrección monetaria, intereses y utilidades.
Los recursos de se recaudarán por concepto de arrendamiento de los locales de todo el sistema, las dos marinas grandes, los parqueaderos.
Asimismo con el pago que deberán hacer las compañías de servicios públicos, sin excepción, para pasar sus redes por el único lugar que podrán hacerlo: el banco de ductos; más los ingresos de un peaje que estará en la entrada a Bocagrande, a la altura del Edificio Seguros Bolívar, que puede costar unos $2.000 para ingresar al barrio, y otras fuentes de captación que surjan.
La unidad funcional de Bocagrande debe estar completamente lista en el año 2012, y el macroproyecto en su totalidad terminado en diciembre del 2023, tras unos 5 años de ejecuciones, para luego proceder el constructor a su operación y mantenimiento.

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