La hipótesis que inicialmente se manejaba sobre el homicidio de un intendente, un patrullero y un auxiliar de la policía, y que apuntaba a que fueron ultimados por un hombre que se desplazaba en compañía de otro en una moto y que se resistió a una requisa en un puesto de control de La Cordialidad, fue descartada por la institución.
El general Carlos Ernesto Rodríguez Cortés, comandante de la Policía Metropolitana, indicó que probablemente el ataque obedezca a retaliaciones de la banda criminal el Clan de los Úsuga, por la muerte de uno de sus cabecillas la semana pasada y los golpes contundentes al mirotráfico, como las casi 15 toneladas de cocaína incautadas en los últimos seis meses.
Sin embargo, el alto oficial precisó que las investigaciones siguen su curso para determinar las verdaderas causas que desencadenaron la tragedia.
El Universal conoció que uno de los supuestos sicarios que fue gravemente herido por la policía, habría confesado que la banda criminal les pagó para que asesinaran a los uniformados. 2 millones de pesos estarían ofreciendo por la cabeza de cada efectivo.
Ante la situación, la institución ya impartió directrices específicas a cada miembro de la misma para que salvaguarden sus vidas.
Se pudo establecer que los atacantes pertenecen a esa organización delincuencial. Este medio conoció, que las armas con las que asesinaron a los policías fueron guardadas minutos antes en una casa de el barrio Pozón.
En estos momentos, en la Alcaldía se adelanta un consejo extraordinario de seguridad, con Secretaría del Interior, Armada Nacional, Fiscalía, Policía, una comisión especial de la Dirección de Investigación Criminal (Dijin) y la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) que llegaron de Bogotá, entre otras autoridades.
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